MONSEÑOR TISSERA

El sábado asumió el obispo de Quilmes, el cordobés Carlos José Tissera -llegó de San Francisco- y se hizo cargo en una tocante ceremonia, que contó con la asistencia de una multitud.
Presidió la asunción el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, y contó con la presencia de un centenar de sacerdotes, diáconos, y obispos, entre ellos el quilmeño Marcelo Colombo, del distrito de Nueva Orán, Salta y el titular del Episcopado, monseñor José María Arancedo.
Tissera ocupa el lugar que dejó monseñor Luis Stockler, quien renunción por haber cumplido 75 años.
En su extensa homilía Tissera sostuvo que llegaba a Quilmes (desde Córdoba), con el tranco despacio y al trotecito de la mula malacara del cura Brochero. Recordó a monseñor Novak y reconoció que era para él un hecho inédito ser el sucesor de que aquel profesor de Teología que tenía en el Seminario de Villa Devoto, y que un día de 1976 se despidió de los alumnos porque asumír la diócesis de Quilmes, en tiempos oscuros y difíciles del país.
La comunidad recibió con beneplácito el mensaje del obispo, quien con sus jóvenes 60 años espera cumplir en un distrito tan extenso, con casi un millón trescientos mil habitantes, donde las necesidades y las exigencias son tan distintas que las del lugar del que llegó, San Francisco, en el este cordobés. Tissera es oriundo de Río Cuarto.
El próximo viernes 23 de diciembre a las 10 el obispo recibirá al periodismo en el Obispado, oportunidad en que también dará un mensaje de Navidad.

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