SILVIA ADRIANA

La cantante surera Silvia Adriana fue una de las protagonistas del encuentro de arte folklórico del ámbito pampeano realizado en la Casa de la Cultura quilmeña.
En un panel, referido al canto surero, junto a Omar Moreno Palacios, el profesor Reinoso, la señora Hermo y Lucía Ceresani, Silvia Adrina hizo una defensa profunda de este arte y pintó con crudeza la realidad.
Tras señalar su alegría por compartir el encuentro con "quienes defendemos el canto que alguna vez le escuché a la señora Suma Paz y también a don Atilio Reinoso", la artista refirió que "en una oportunidad la señora (Suma Paz) comparó a la provincia de Buenos Aies con una madre bondadosa, con una gran panza, en la cual ella atraía a sus hijos a ese lugar y nos daba un espacio importante. De esa manera, ella se relegaba, se dejaba a un costado, se iba quedando atrás. Yo creo que es un poco lo que está pasando con este canto pampeano nuestro.
"La provincia de Buenos Aires es muy bondadosa con todos los hijos, está muy bien que lo sea poque quienes somos madres sabemos que debe ser así pero también las madres a veces nos relegamos y está bueno acordarse y tener siempre presente que desde un principñio el cantor de la pampa fue austero, siemple, sencillo, que se acompañó con su guitara y donde lo más importante siempre fue la palabra. El instrumento que lo acompaña, la guitarra, es simplemente un vehículo trasportador de esa palabra. Es así que el Martín Fierro en muchas oportunidades habla del canto con fundamento, porque es el único género, sin menospreciar a algún otro, donde el hombre expresa profundamente sus sentimientos, su sentir, la guitarra en este caso para poder decir sutilmente lo que siente porque inclusive es una persona tímida el hombre de la provincia, al que le cuesta decir. Por lo tanto, desde siempre tomó la guitarra como un pretexto para poder realizarse.
"El valor histórico más importante que tenemos es el payador y por lo tanto, nosotros, los de la llanura, decimos qu eno pueden tener cambios o sea, todo lo que es histórico no se debe modificar, sí se puede remozar, que los músicos le agreguen con mucho criterio y cuidado música pero siempre guardando su estructura. Hay que recordarlo y guardarlo con mucho recelo. Porque suele suceder que los jóvenes que toman este género, generalmente lo hacen con mucho placer, tienen una avidez urgente al éxito y por lotanto quizás en muchas oportunidades no prestan atención a estas pautas, y terminan en algunas deformaciones"

"Rondar madrugadas"

Refiriéndose al término "surero", Silvia dijo que "últimamente la palabra surero genera confusión, en los medios, en la gente. Es suficiente encontrar a un cantor con una guitarra, que puntee una milonga y ya es surero. Como decía mi querido padrino, Oscar del Cerro, si sube a un escenario un tropel de guitaras haciendo un montón d eruido, entonces son sureros también, pero hay distintas ramas dentro del canto de la provincia, y también tiene su por qué: la orilla, el interior.
"He tenido la inmensa surte y la alegría de haber estado cerca de la señora Suma Paz, compartiendo cosas. De alguna manera me ahorré de leer algunos libros porque supe parar la oreja. Yo creo que debemos seguir prestando atención. Suele ser que las especies musicales que no cantamos en el escenario, por el miedo de que no arranquen una ovación o un gran aplauso las dejemos de lado.
Y es un poco culpa de los grandes festivales. Hace poco estuve enun programa de televisión, pero el conductor se me acercó -por supuesto no voy a dar su nombre- y me dijo: vamos Silvia, algo pum para arriba. Lo miré con cara de asombro, sin duda sé lo que quiso decir, pero yo soy una cantora surera que respeta la música de la llanura pampeana. Nosotros somos cantores de camino. La experiencia y el andar es lo que nos fue dando de a poco ese pequeño lugar. Quizás nunca lleguemos a ser estrellas, como algún cantor famoso como el Chaqueño Palavecino, porque nosomos de los aplausos y de las ovaciaones. Nuestra música es seria. Esto debemos hacérselo entender al que tiene un micrófono en la mano, al que conduce un programa de radio. De pronto uno va a un programa para un reportaje, en el que hay que seguir hablando solo porque no saben qué preguntarnos: ¿Y cómo te va, y qué estás haciendo, qué vas a grabar...? Y uno quisiera ahondar y resulta ser que no dejan. Dejemos abierta esta puerta para que esto pueda surgir de alguna manera y unámonos.

Don Ata

"Cierro con palabras de Atahualpa porque creo que estas huellas deberían venir de las escuelas, enseñando a los alumnos sobre la identidad, en este caso de la región pampeana: "las huellas no se hacen solas, ni con solo el ir pisando, hay que rondar madrugadas maduras en sueño y llanto".

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