ESCANDALO SANTO

San Lorenzo sigue siendo un polvorín. Y una mecha explosiva se encendió después de la derrota con Arsenal de ayer, porque hoy hubo práctica a puertas cerradas y según las crónicas entraron barras y agredieron al defensor Bottinelli.
Evidentemente, un hecho gravísimo que amerita una reunión de futbolistas para terminar con estos episodios.
Habrá que ver qué dice Agremiados después de este escándalo, qué argumentos tienen los dirigentes para justificar la presencia de barras en el entrenamiento y mucho más. En todo caso, San Lorenzo parece meterse peligrosamente en el oscuro túnel que lleva a la promoción o al descenso.
Desde Quilmes habrá que esperar que el domingo Quilmes sume en San Martín, porque una derrota o incluso un empate pueden alentar los fantasmas, máxime porque cada vez que San Lorenzo pone en tela de juicio a su técnico, el turco Asad, empieza a sonar Caruso Lombardi. Y ni qué decir de lo que le puede pasar a Tigre, que con una buena campaña en la tabla está muy comprometido por el promedio. No sea que algun día también piense en Caruso...
En fin, no debería hablarse de esta manera, pero en fútbol, lamentablemente, siguen mandando los resultados, y el caso San Lorenzo, después de lo ocurrido hoy, parece ser un infierno.

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