QUILMES: TELECHEA CUMPLE

Nuevamente Telechea se anotó en el marcador y al menos permitió que sobre el final Quilmes disfrutara de un merecido empate con el líder River, por la cuarta fecha del Nacional B.
El 1 a 1 fue tan justo como esforzado para el Cervecero. Porque el Millonario se había puesto en ventaja en el primer tiempo, en su única llegada de la etapa, y Quilmes lo igualó sobre el cierre del partido, cuando el ingresado Telechea, de cabeza, acertó un córner de Cauteruccio y colmó de alegría a la multitud que acompañó al Decano.
Hacía tiempo que el Centenario no se vestía de fiesta como esta tarde. Porque el estadio estuvo colmado, con los casi 5000 hinchas de River y los 20 mil del Cervecero, que siguieron intensamente un partido que fue atractivo desde lo táctico, aunque con poco fútbol.
Quilmes recibió a River con una característica, que parece ser la imagen del equipo de Caruso. Se trata de un equipo "que raspa", que controló al Millonario en buena parte de la primera etapa y que incluso tuvo las mejores ocasiones: como el tiro de Cauteruccio en un palo y el cabezazo de Serrano en el travesaño.
River no encontraba la pelota, tampoco el juego y quedaba librado a alguna intención del Chori Domínguez -debió soportar los insultos de los hinchas locales, que no le perdonaron aquella chiquilinada de hace ocho años, cuando jugando para River, justo contra Quilmes, se besó la camiseta y desafió a los hinchas quilmeños-.
Así las cosas nada hacía presumir que River se pondría en ventaja, capitalizando Cavenaghi un pase profundo, que hizo recordar al 9 que alguna vez se fue de River a conquistar mundo.
En la segunda etapa, Quilmes empalideció su producción, mejoró algo River e incluso se acercó al arco de Trípodi, con las proyecciones del Chori.
Fue el momento en el que el técnico Caruso decidió "quemar las naves", buscarle auxilio al solitario Cauteruccio, por lo que ingresaron Vázquez primero, Telechea después y finalmente el Chirola Romero.
Quilmes sacó a Rimoldi -estaba amonestado y corría riesgos ante el arbitraje de Lunati- y luego a Mandarino y Goñi. Fue a buscar su suerte y sobre el cierre llegó el córner, que ejecutó Cauteruccio, y la cabeza de Telechea decretó el merecido empate.
Hace una semana el mismo delantero entró faltando poco y le dio el triunfo a su equipo en Mendoza. Esta vez ingresó para sumar otro gol -hoy es el único que tiene dos tantos en Quilmes- y responder a la confianza del técnico, con el pago de lo que mejor sabe.
Fue un empate con sabor a victoria, por la forma y el momento en el que se dio. Quilmes no merecía irse derrotado, River comenzó hoy a entender que en esta categoría es el gran candidato, pero tendrá que demostrarlo partido tras partido, y sobre todo cuando enfrente tenga a otro que también quiere volver rápido a Primera.
Lógicamente, falta muchísimo camino para recorrer, de todas maneras, sin brillar a gran altura, Quilmes dejó su chapa. El equipo no lucirá, no será un dechado de buen juego, sin embargo tiene en sus futbolistas, aun cuando no rayen a gran altura, una enorme cuota de entrega. Sirve para festejar este punto, que pone al Cervecero firme en sus convicciones.
El domingo 11 a las 11 -habrá que madrugar en la fecha en que se recuerda el desastre de las torres gemelas- será la nueva contienda: otra vez de local ante el Deportivo Merlo, uno de esos equipos "chivos", que tratará de sacar el mejor rédito de un escenario en el que todos quieren demostrar que pueden.
Un párrafo final para la gente: fue muchísima por cierto, y observar el partido desde la popular fue un desafío, porque había que sortear miles de cabezas para ver el campo de juego, de todas maneras su consecuencia valió la pena, y al final, se gritó el gol de Telechea como si hubiera sido el del ascenso. Claro, enfrente estaba River, al que en forma de eufemismo se lo despidió con aquello de que "sos de la B" o "equipo chico". Puede ser mucho, de todas maneras el fútbol iguala. Y River debe entenderlo de cara a lo que viene. Sigue mandando en el torneo, de todas maneras sabe que hay un rival como Quilmes y tantos otros que le van a pelear de igual a igual el sueño de ascenso.

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