QUILMES: DERROTA Y ALGO MAS

El vestuario caliente que siguió a la derrota en Caballito, dejó a Quilmes con muchas sensaciones de incertidumbre de cara al futuro.
Se sabía que la no concentración del plantel podia producir sus secuelas y finalmente algo de eso pasó.
Cuando terminó el partido, según contaron quienes estuvieron en el estadio de Caballito, Garnier hizo un gesto a un grupito de dirigentes cerveceros que estaban en la tribuna. Con las manos les dio a entender que los jugadores querían cobrar el sueldo adeudado. Sus compañeros trataron de contenerlo, pero las fotos del diario El Sol son elocuentes.
También habría habido un problema por expresiones de Rimoldi, enojado con el cuerpo médico.
Mañana a las 10 el plantel vuelve a las prácticas, porque el próximo partido será con Huracán el viernes 23 a las 21 en el Centenario. Dicen que mañana irá al entrenamiento el presidente del club, Aníbal Fernández, y puede arder Troya.
El técnico Caruso Lombardi le restó importancia a los hechos, pero en todas las partes quedó la sensación de que esta historia no terminará aquí, y que se va a vivir una semana muy movida. ¿Habrá algún herido de todo esto o incluso alguna medida más drástica?
Habrá que esperar.
Quilmes perdió 1 a 0 con Ferro y se quedó con 10 por expulsión de Trípodi en el penal que anotó Lértora. Ingresó al arco Dulzich, quien tendrá que ser titular en el próximo partido, por lo que el chico Benítez será el suplente.

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