Radio Ahijuna celebró sus 7 años con una radio abierta en la Biblioteca Moreno de Bernal.
Se presentaron distintas bandas rockeras.
También se recordó que se cumplieron 91 años de la radiofonía argentina. El 27 de agosto de 1920 se realizó la primera trasmisión de radio en la ciudad de Buenos Aires. Desde la terraza del Teatro Coliseo, el médico Enrique Susini, su sobrino Miguel Mugica, César Guerrico y Luis Carranza trasmitieron la ópera Parsifal, de Richard Wagner, siendo pioneros en el mundo en lo que respecta a las trasmisiones de radio.
También se recordó la aventura del físico e inventor italiano Guillermo Marconi en la ciudad de Bernal. Doce años antes de los locos de la azotea, Marconi instaló una oficina de su compañía de telecomunicaciones en la ciudad de Bernal con el fin de realizar pruebas para establecer comunicaciones sin cables y eligió Bernal porque se encontraba a una altura superior a otras ciudades de la región. Finalmente, en setiembre de 1910 el inventor logró comunicarse en forma radiotelegráfica con Canadá e Irlanda por intermedio de unos enormes barriletes de 6 metros de diámetro, que oficiaban como antena a través de un conductor eléctrico, reemplazando el uso de grandes torres metálics.
Se presentaron distintas bandas rockeras.
También se recordó que se cumplieron 91 años de la radiofonía argentina. El 27 de agosto de 1920 se realizó la primera trasmisión de radio en la ciudad de Buenos Aires. Desde la terraza del Teatro Coliseo, el médico Enrique Susini, su sobrino Miguel Mugica, César Guerrico y Luis Carranza trasmitieron la ópera Parsifal, de Richard Wagner, siendo pioneros en el mundo en lo que respecta a las trasmisiones de radio.
También se recordó la aventura del físico e inventor italiano Guillermo Marconi en la ciudad de Bernal. Doce años antes de los locos de la azotea, Marconi instaló una oficina de su compañía de telecomunicaciones en la ciudad de Bernal con el fin de realizar pruebas para establecer comunicaciones sin cables y eligió Bernal porque se encontraba a una altura superior a otras ciudades de la región. Finalmente, en setiembre de 1910 el inventor logró comunicarse en forma radiotelegráfica con Canadá e Irlanda por intermedio de unos enormes barriletes de 6 metros de diámetro, que oficiaban como antena a través de un conductor eléctrico, reemplazando el uso de grandes torres metálics.
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