LECTURA DE ELECCIONES

Concluyó la etapa eleccionaria, con las primarias, y quedaron muchos elementos para analizar de los resultados.
La presidenta confirmó su vigencia, con un 50 por ciento, todo un logro.
La oposición demostró, lamentablemente, que sigue atomizada, desperdigada, convertida en un caballero de triste figura. Sólo Hermes Binner pudo festejar algo, aunque el 10 por ciento es una cifra magra para sus aspiraciones. En todo caso su apuesta es para el 23 de octubre, cuando se realicen las elecciones generales. Binner tratará de mejorar su perfomance, sumando a algunos que han votado a Alfonsín, Duhalde, Carrió o otro postulante.
Otro que tratará de mejorar la producción es Altamira, que pudo superar la barrera del 1,5 por ciento y ahora buscará solidificar la pretensión, para que la izquierda tenga alguna representación legislativa.
Una cosa importante dejaron estos comicios: el periodismo no decide elecciones. En todo caso, como dijo la presidenta, el votante es libre en el cuarto oscuro. Vale señalarlo para terminar con aquellos fantasmas de Clarín o la prensa opositoria. En todo caso, enorme cantidad de tapas de Clarín, con malas para el gobierno, no han incidido en el resultado, o, con el lenguaje del oficialismo, hay que pensar que sirvieron para mejorar las cifras del Frente para la Victoria.
Lo importante es que cerca de las tres décadas de democracia se sigue consolidando el sistema, con sus buenas y malas, quizás la mejor noticia para todos.

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