Pasaron las elecciones primarias en todo el país, y la presidenta, Cristina de Kirchner, logró un impactante 50 por ciento, que la posiciona en forma inmejorable para los comicios generales del 23 de octubre.
Se le hará muy difícil a la oposición quebrar la continuidad de la presidenta por cuatro años más, ya que Duhalde y Alfonsín apenas lograron el 12 por ciento, después se ubicó Binner con el 10, Rodríguez Saa con el 7, Lilita Carrió con menos del 4 por ciento y más abajo Altamira -la izquierda ingresó con el porcentaje necesario para seguir en carrera-, Argumedo, y dos ignotos, que quedaron afuera de la competencia.
En Quilmes, con 25 candidatos, el Barba Gutiérrez logró un 38 por ciento, por el Frente para la Victoria, entre los anibalistas la apuesta la ganó Daniel Gurzi, quien será el rival directo el 23 de octubre, y más atrás quedaron Nuncio Miguel -ganador entre los duhaldistas-, Torres Musante -con la izquierda-, etcétera.
Evidentemente, los comicios superaron las expectativas, en todo caso el gobierno consolidó su supremacía, y aprovechó al máximo las divisiones entre los opositores que no llegaron a entusiasmar al electorado.
En la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli volvió a mostrar su contundencia, dejando atrás a De Narvaez y a los demás.
De no suceder nada extraordinario, se podría decir que a dos meses de las finales, Cristina va derecho a un nuevo mandato, lo mismo el gobernador Scioli, con el agravante de que la oposición está cada vez más atrás.
Incluso hoy Lilita Carrió se hizo cargo de la derrota, dijo que era la culpable de esta paupérrima perfomance y sostuvo que seguirá en política, aunque dejó entrever que el golpe recibido fue muy duro: "Fuimos los de peor perfomance entre la oposición" sentenció con crudeza.
Se le hará muy difícil a la oposición quebrar la continuidad de la presidenta por cuatro años más, ya que Duhalde y Alfonsín apenas lograron el 12 por ciento, después se ubicó Binner con el 10, Rodríguez Saa con el 7, Lilita Carrió con menos del 4 por ciento y más abajo Altamira -la izquierda ingresó con el porcentaje necesario para seguir en carrera-, Argumedo, y dos ignotos, que quedaron afuera de la competencia.
En Quilmes, con 25 candidatos, el Barba Gutiérrez logró un 38 por ciento, por el Frente para la Victoria, entre los anibalistas la apuesta la ganó Daniel Gurzi, quien será el rival directo el 23 de octubre, y más atrás quedaron Nuncio Miguel -ganador entre los duhaldistas-, Torres Musante -con la izquierda-, etcétera.
Evidentemente, los comicios superaron las expectativas, en todo caso el gobierno consolidó su supremacía, y aprovechó al máximo las divisiones entre los opositores que no llegaron a entusiasmar al electorado.
En la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli volvió a mostrar su contundencia, dejando atrás a De Narvaez y a los demás.
De no suceder nada extraordinario, se podría decir que a dos meses de las finales, Cristina va derecho a un nuevo mandato, lo mismo el gobernador Scioli, con el agravante de que la oposición está cada vez más atrás.
Incluso hoy Lilita Carrió se hizo cargo de la derrota, dijo que era la culpable de esta paupérrima perfomance y sostuvo que seguirá en política, aunque dejó entrever que el golpe recibido fue muy duro: "Fuimos los de peor perfomance entre la oposición" sentenció con crudeza.
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