FUTBOL: ¿SENTIDO COMUN?

Después del chisporroteo que provocó el anuncio de la fusión de la primera división y el Nacional B en la temporada 2012/2013, parece que comienza a gobernar el sentido común.
Una vez publicada la presión del gobierno sobre AFA, ahora parece que esta tarde habrá conferencia de prensa del titular Julio Grondona -junto al doctor José Luis Meiszner-, para anunciar que la idea se va a estudiar con tiempo y eventualmente se decidirá, pero se van a tomar su tiempo para un cambio de esta magnitud.
En virtud de que hubo muchas expresiones en contra de la iniciativa, parece que comenzó a aparecer el sentido común, muchas veces el menos común de los sentidos, y todo volverá a fojas cero. En todo caso, en la asamblea del 18 de octubre se podrá evaluar, y si la mayoría está en contra, no se aprobará, o bien quedará para un análisis más tarde.
Si el objetivo era salvar a River porque descendió, como señaló Cherquis Bialo, el vocero de AFA, entonces será el propio River el que se encargue de salvarse solo. Desde ya invirtió unos milones de dólares para encarar el Nacional B y ganarlo con holgura (si lo dejan), y el sólo hecho de traer a Cavenaghi, el Chori Domínguez, Aguirre, Sánchez, etcétera, y mantener la gran base habla a las claras de cómo toma River el principal torneo de ascenso. Incluso el técnico Matías Almeyda aseguró, más allá de la eventualidad de los cambios que se anunciaban, que River iba a tomar las cosas en serio, apostando al ascenso. Y por otra parte, desde lo deportivo, que es lo que tendría que existir siempre, se dará una lección de trasparencia en un ámbito en el que la oscuridad parece ser moneda corriente.
Así las cosas, es evidente que al público en general no le gustan las cosas por decreto o por prepotencia, y saludablemente, los propios hinchas de los clubes favorecidos por la eventual modificación, tampoco se han sentido atraídos por el ascenso por decreto (Una encuesta determinó que un 90 por ciento de los que respondían estaban en contra de la manera de hacer los cambios).
En cuanto al hincha de Quilmes, que sufrió seis descensos en los últimos treinta años, y que jugó varias finales por el ascenso, sabe lo que es sufrir, y prefiere ganarse sus derechos en el campo de juego y no entre bambalinas por acuerdos de dirigentes, que muchas veces se dan de bruces con el espíritu deportivo.
Hace veinte años el presidente de la Nación, Carlos Menem, había sugerido la posibilidad de suspender los descensos, porque iba a descender Nueva Chicago (y había que favorecerlo), y en una nota publicada en El Sol, de Quilmes, en carta al propio presidente Menem, le decíamos que la función del más alto magistrado de la República es resolver los problemas de la gente y no de unos pocos, por más incidencia que pueda tener el fútbol en un país en el que algunos entienden que este deporte, superprofesionalizado, es una cuestión de Estado. En ese caso, ¿qué pensarán los jubilados que quieren cobrar el 82 por ciento?

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