Cada día que pasa el asombro crece, ya no por el descenso de Ríver -crónica de una muerte anunciada porque se produjo después de la friolera de 116 partidos- sino por los descubrimientos que se van haciendo.
Hoy el periodista Gustavo Grabia, en el diario Olé, se refiere al ingreso de los barra bravas al vestuario del juez Sergio Pezzotta en el entretiempo del partido Ríver-Belgrano, con las amenazas para que gane River porque de lo contrario la iba a pasar mal.
Acompañan la nota fotos tomadas de un video, donde aparecen barras dirigiéndose al vestuario, aparentemente con su paso libre porque encontraron la zona liberada.
Recién el secretario general del gremio de árbitros, del SADRA, el doctor Guillermo Marconi, relató que fue a declarar ante el fiscal Troncoso para contar lo que le había mencionado el propio Pezzotta el día del partido sobre ese episodio, buscando el amparo gremial.
Marconi contó lo que sabía y aclaró que de ninguna manera le van a sacar puntos a River, porque la última jurisprudencia de FIFA y AFA habla de pérdida de partido pero no de puntos ante este tipo de hechos.
En todo caso habrá que ver la sanción administrativa por los incidentes en Ríver -ahí se habla de clausura del estadio por varias fechas- y otras sanciones que podría haber a la dirigencia si se comprueba connivencia entre directivos y barras.
De todas maneras, el presente nefasto de River, con un pasado oscuro durante la presidencia de Aguilar -el actual presidente Passarella lo hace responsable de todo lo que está padeciendo el club- también merece saber qué responsabilidad tiene el propio Passarella con repecto a los barras que en el caso del partido del último domingo demostraron moverse por el club como si fuera su casa.
River está viviendo un momento apocalíptico y más allá de su grato nombre y de su grandeza institucional, tendrá que pagar caro el precio de tanto desastre, poniendo la pantalla de ese grato nombre.
Hoy el periodista Gustavo Grabia, en el diario Olé, se refiere al ingreso de los barra bravas al vestuario del juez Sergio Pezzotta en el entretiempo del partido Ríver-Belgrano, con las amenazas para que gane River porque de lo contrario la iba a pasar mal.
Acompañan la nota fotos tomadas de un video, donde aparecen barras dirigiéndose al vestuario, aparentemente con su paso libre porque encontraron la zona liberada.
Recién el secretario general del gremio de árbitros, del SADRA, el doctor Guillermo Marconi, relató que fue a declarar ante el fiscal Troncoso para contar lo que le había mencionado el propio Pezzotta el día del partido sobre ese episodio, buscando el amparo gremial.
Marconi contó lo que sabía y aclaró que de ninguna manera le van a sacar puntos a River, porque la última jurisprudencia de FIFA y AFA habla de pérdida de partido pero no de puntos ante este tipo de hechos.
En todo caso habrá que ver la sanción administrativa por los incidentes en Ríver -ahí se habla de clausura del estadio por varias fechas- y otras sanciones que podría haber a la dirigencia si se comprueba connivencia entre directivos y barras.
De todas maneras, el presente nefasto de River, con un pasado oscuro durante la presidencia de Aguilar -el actual presidente Passarella lo hace responsable de todo lo que está padeciendo el club- también merece saber qué responsabilidad tiene el propio Passarella con repecto a los barras que en el caso del partido del último domingo demostraron moverse por el club como si fuera su casa.
River está viviendo un momento apocalíptico y más allá de su grato nombre y de su grandeza institucional, tendrá que pagar caro el precio de tanto desastre, poniendo la pantalla de ese grato nombre.
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