QUILMES: VIGILIA

Como ha venido ocurriendo muchísimas veces en los últimos tiempos, cada vez que un torneo está por concluir Quilmes vive todas las instancias de la expectativa.
Ya sea en tiempos de promoción, en lucha por el ascenso, en permanencia o lo que fuera Quilmes está ahí, y más allá del resultado, participa del protagonismo.
Esta noche es vigilia, esperando el encuentro de mañana a las 15 con el siempre difícil Olimpo de Bahía Blanca.
Quilmes debe ganar y esperar que no lo haga Gimnasia y que pierda Huracán, para seguir con chances de primera. De lo contrario, será descenso, algo que parecía irremediable hace meses y desde que llegó el técnico Ricardo Caruso Lombardi la agonía se fue estirando, a tal punto de tener una pequeña ilusión en la última fecha.
Se juegan cinco partidos a la misma hora, y en cada estadio donde se juegue por algo el interés será mayúsculo, apuntando los ojos, los oidos, etcétera a los demás.
Quilmes seguramente tendrá mañana un marco increíble, con una multitud apostando al milagro. De todas maneras, cualquiera sea el resultado final, habrá que aplaudiar a este equipo que renació de entre las cenizas y devolvió al hincha la fe.
Si hay que jugar el próximo Nacional B, porque se produjo lo peor -no olvidemos que no alcanza con ganar solamente- de todas maneras habrá que subrayar la campaña de esta última etapa. En todo caso, si el destino es infierno, todo eso se sembró en la primera etapa en que se hizo todo mal...

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