Quilmes perdió con Olimpo 1 a 0 -gol de Rolle tras una falla de Corvalán- y resignó la categoría.
Ricardo Caruso Lombardi lamentó la derrota y el destino de un equipo al que tomó casi descendido, y lo revivió hasta el última partido, donde la derrota determinó la crónica de un final anunciado.
De nada valió haber generado situaciones, chocar contra un arquero que rayó a gran altura -el suplente Ibañez debió sustituir al lesionado Tombolini- y crear tantas ocasiones de gol, porque Olimpo no llegó nunca por cuenta propia (incluso su gol fue un aprovechamiento integral de la única oportunidad que tuvo, tras el error de Corvalán).
Se sabía que Quilmes tenía ganar y esperar que Huracán y Gimnasia no ganaran. Huracán fue goleado por Independiente y Gimnasia terminó empatando con Boca en el último minuto de descuento (ganaba el Tripero y el Xeneize lo igualó). Pero Quilmes no ganó, sí, justamente el resultado que necesitaba para no descender.
Caruso lamentó el resultado final porque "Olimpo no llegó nunca, no tiró un solo córner, Trípodi prácticamente no tocó un balón, y puedo decir que Dios fue injusto...".
Caruso no lo puede decir, pero evidentemente el final no es más que la crónica de un final anunciado. Todo había empezado mal trazado, cuando la era Tocalli comenzó con 22 futbolistas nuevos, todo un despropósito. Eso se pagó caro al final, y por más que en esta tercera etapa de Caruso pareció que se produciría el milagro, en el crepúsculo del torneo le tocó descender al que había hecho demasiado para ello en la presentación.
Caruso fue aire fresco, revolucionó el fútbol de Quilmes, produjo el milagro que hoy se vio a las tres de la tarde en el Centenario: una multitud aclamando al equipo, al técnico, a los jugadores... con el ya mentado: esta hinchada se merece la primera división...
¿Por qué no vino antes Caruso...? ¿Por qué recién se enderezaron las cosas en las últimas fechas, después de haber cometido tantos despropósitos, sobre todo del lado de la dirigencia, más preocupada por la política (la otra) que por el club?.
El técnico tendrá unos días de pensamiento para saber el camino a seguir. ¿Se mantendrá al frente del equipo o dará un paso al costado?¿Le mantendrán la base en el Nacional B?
Hay mucha agua bajo el puente, y recién en agosto se reanuda la actividad futbolística en un Nacional B, que será quizás más difícil que nunca (porque no sólo habrá que recorrer todo el país, con plazas fuertes y problemáticas como Córdoba, Tucumán, Mendoza... -en un torneo donde los visitantes no pueden ir- sino que deberá enfrentar a varios tanques en el torneo, esos que van a querer subir de cualquier manera, llámense Rosario Central, Chacarita, Huracán o Gimnasia -deberán jugar un desempate para ello, y el ganador disputará la Promoción-.
Se podrá decir que Quilmes dejó mejor imagen que el resto de los que peleaban por no descender, llámense Huracán o Gimnasia, de todas maneras no alcanzó.
A la hora de considerar los motivos de este final, no se puede dejar de recordar el comienzo. Se hizo mucho y mal al principio, y por más que todo lo que se vino realizando en los últimos tiempos fue muy bueno, desde que llegó Caruso por lo menos, no alcanzó... vale repetirlo una y mil veces para que lo analicen los dirigentes, pero se habían hecho tanto y tan mal las cosas al principio que no se pudo revertirlo en la última fecha, cuando incluso se dieron afuera los resultados esperados. No había que cometer erorres, y lamentablemente, se dieron en este último partido, con el agregado del arquero visitante que fue figura y de las múltiples ocasiones malogradas.
El martes el técnico Caruso se reunirá con el plantel en un asado íntimo -lo anunció Sebastián Kerle por FM Q- y seguramente allí se repetirán las lamentaciones Olimpo zafó de todo gracias a esta victoria por la que hizo pocos méritos, de todas maneras fue pragmático a ultranza, hizo el gol con el error del rival y lo defendió. Dijo: qué me van a hablar de merecimientos, si aquí vale más el resultado que otra cosa.
Hasta agosto se detiene el fútbol Cervecero, lo que viene será distinto, más oscuro y con menos rigor mediático, es un tiempo más que suficiente para tratar de evaluar las causas de este desenlace, y por supuesto, no repetir más errores desde el gobierno del club como ha venido ocurriendo en los años anteriores...
Quilmes descendió con el último aliento... y quedó una pregunta sin respuesta: si Quilmes daba vuelta el resultado adverso, ¿también se iba a producir el gol de Cellay en el tercer minuto del partido con Gimnasia...?
Una pregunta que nunca tendrá respuesta.
PD: si bien el descenso duele y mucho, la realidad es que el descenso de Quilmes no se produjo hoy sino que es la resultante de 38 partidos, con gran mayoría de desaciertos. Lo mismo le puede pasar a Huracán o Gimnasia, aunque es más grave aún, porque será el desenlace de 114 partidos de desaciertos.
De todas maneras, Quilmes murió de pie, como no podía ser de otra manera. Ahora hay que empezar a pensar en la vuelta a primera, lo más pronto posible. eso sí, dejando que gobierne el sentido común, que muchas veces es el menos común de los sentidos.
Ricardo Caruso Lombardi lamentó la derrota y el destino de un equipo al que tomó casi descendido, y lo revivió hasta el última partido, donde la derrota determinó la crónica de un final anunciado.
De nada valió haber generado situaciones, chocar contra un arquero que rayó a gran altura -el suplente Ibañez debió sustituir al lesionado Tombolini- y crear tantas ocasiones de gol, porque Olimpo no llegó nunca por cuenta propia (incluso su gol fue un aprovechamiento integral de la única oportunidad que tuvo, tras el error de Corvalán).
Se sabía que Quilmes tenía ganar y esperar que Huracán y Gimnasia no ganaran. Huracán fue goleado por Independiente y Gimnasia terminó empatando con Boca en el último minuto de descuento (ganaba el Tripero y el Xeneize lo igualó). Pero Quilmes no ganó, sí, justamente el resultado que necesitaba para no descender.
Caruso lamentó el resultado final porque "Olimpo no llegó nunca, no tiró un solo córner, Trípodi prácticamente no tocó un balón, y puedo decir que Dios fue injusto...".
Caruso no lo puede decir, pero evidentemente el final no es más que la crónica de un final anunciado. Todo había empezado mal trazado, cuando la era Tocalli comenzó con 22 futbolistas nuevos, todo un despropósito. Eso se pagó caro al final, y por más que en esta tercera etapa de Caruso pareció que se produciría el milagro, en el crepúsculo del torneo le tocó descender al que había hecho demasiado para ello en la presentación.
Caruso fue aire fresco, revolucionó el fútbol de Quilmes, produjo el milagro que hoy se vio a las tres de la tarde en el Centenario: una multitud aclamando al equipo, al técnico, a los jugadores... con el ya mentado: esta hinchada se merece la primera división...
¿Por qué no vino antes Caruso...? ¿Por qué recién se enderezaron las cosas en las últimas fechas, después de haber cometido tantos despropósitos, sobre todo del lado de la dirigencia, más preocupada por la política (la otra) que por el club?.
El técnico tendrá unos días de pensamiento para saber el camino a seguir. ¿Se mantendrá al frente del equipo o dará un paso al costado?¿Le mantendrán la base en el Nacional B?
Hay mucha agua bajo el puente, y recién en agosto se reanuda la actividad futbolística en un Nacional B, que será quizás más difícil que nunca (porque no sólo habrá que recorrer todo el país, con plazas fuertes y problemáticas como Córdoba, Tucumán, Mendoza... -en un torneo donde los visitantes no pueden ir- sino que deberá enfrentar a varios tanques en el torneo, esos que van a querer subir de cualquier manera, llámense Rosario Central, Chacarita, Huracán o Gimnasia -deberán jugar un desempate para ello, y el ganador disputará la Promoción-.
Se podrá decir que Quilmes dejó mejor imagen que el resto de los que peleaban por no descender, llámense Huracán o Gimnasia, de todas maneras no alcanzó.
A la hora de considerar los motivos de este final, no se puede dejar de recordar el comienzo. Se hizo mucho y mal al principio, y por más que todo lo que se vino realizando en los últimos tiempos fue muy bueno, desde que llegó Caruso por lo menos, no alcanzó... vale repetirlo una y mil veces para que lo analicen los dirigentes, pero se habían hecho tanto y tan mal las cosas al principio que no se pudo revertirlo en la última fecha, cuando incluso se dieron afuera los resultados esperados. No había que cometer erorres, y lamentablemente, se dieron en este último partido, con el agregado del arquero visitante que fue figura y de las múltiples ocasiones malogradas.
El martes el técnico Caruso se reunirá con el plantel en un asado íntimo -lo anunció Sebastián Kerle por FM Q- y seguramente allí se repetirán las lamentaciones Olimpo zafó de todo gracias a esta victoria por la que hizo pocos méritos, de todas maneras fue pragmático a ultranza, hizo el gol con el error del rival y lo defendió. Dijo: qué me van a hablar de merecimientos, si aquí vale más el resultado que otra cosa.
Hasta agosto se detiene el fútbol Cervecero, lo que viene será distinto, más oscuro y con menos rigor mediático, es un tiempo más que suficiente para tratar de evaluar las causas de este desenlace, y por supuesto, no repetir más errores desde el gobierno del club como ha venido ocurriendo en los años anteriores...
Quilmes descendió con el último aliento... y quedó una pregunta sin respuesta: si Quilmes daba vuelta el resultado adverso, ¿también se iba a producir el gol de Cellay en el tercer minuto del partido con Gimnasia...?
Una pregunta que nunca tendrá respuesta.
PD: si bien el descenso duele y mucho, la realidad es que el descenso de Quilmes no se produjo hoy sino que es la resultante de 38 partidos, con gran mayoría de desaciertos. Lo mismo le puede pasar a Huracán o Gimnasia, aunque es más grave aún, porque será el desenlace de 114 partidos de desaciertos.
De todas maneras, Quilmes murió de pie, como no podía ser de otra manera. Ahora hay que empezar a pensar en la vuelta a primera, lo más pronto posible. eso sí, dejando que gobierne el sentido común, que muchas veces es el menos común de los sentidos.
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