¿QUE HARA CARUSO?

Que sí, que no, que es preferible dirigir en Primera por lo que costó llegar, lo cierto es que el técnico Ricardo Caruso Lombardi todavía no decidió si seguirá en Quilmes en la cuesta arriba llamada Nacional B o si preferirá dar el paso al costado para dirigir un club en la división superior.
Seguramente, deberá reflexionar, evaluar propuestas, tomar en cuenta condiciones, para finalmente decidirse. El sabe, lo dice en una nota en EL SOL, que en el Nacional B hay que comenzar con el pie derecho, porque tres o cuatro resultados adversos comienzan a poner en la picota al técnico. No hay que olvidar que es un torneo muy viajado, y si de pronto no se consiguen en casa los resultados, cada viaje al interior resulta un karma.
Así las cosas resulta preocupante que en ese mismo reportaje vuelva a hablar de José Luis Meiszner, el presidente que presentó la renuncia y que por lo que dice prácticamente nunca lo quiso. Caruso sostiene que el que lo llevó fue Aníbal Fernández, y no puede ser que uno lo quiera y el otro, no, porque al final quedó en medio de la interna. Con todo eso revivió a Quilmes, lo puso en carrera por la permanecia y si bien al final hubo descenso, por lo menos el equipo terminó dando una buena imagen.
Había empezado mal el proceso, donde todas las patas de la mesa futbolística se equivocaron -técnicos, jugadores, directivos- por lo que el paso por Primera esta vez un terrible fracaso, donde la epopeya de Caruso no alcanzó a borrar el desastre de Tocalli, Madelón, los 22 jugadores, etcétera.
La reunión de la directiva de esta noche fue suspendida, según anunció el contador Carlos Coloma, habrá que esperar que se apaciguen las aguas, que las cosas entren en cauce y una vez que se tranquilice el panorama, habrá que encarar el futuro con sentido común, que como muchas veces dijimos parece ser el menos común de los sentidos.
Quilmes ingresa a un Nacional B, del cual se fue con una mochila de sospechas. Seguramente será recibido con el rigor de los que se fueron mal, y tendrá que hacer bien los deberes para no padecerlo y entrar en la senda de los clubes que por hacer mal las cosas fueron pagando altos precios, a tal puntos que algunos están en categorías todavía inferiores a esta principal del Ascenso.
Hay tiempo de sobra para utilizar la prudencia como el principal camino para avanzar. Deberán entenderlo los directivos, y más allá del porcentaje con el que fueron votados -que sirvió incluso para justificar aquello de la bárbara incorporación de 22 jugadores, todo un récord sin duda, que se convirtió en un auténtico bumeran- tendrán que pensar que el club está siempre antes que la apetencia personal de cualquiera, no importante el puesto que ocupe en la sociedad o el cargo con el que pretenda "sacar chapa".
Hay que ponerse el ropaje de la humildad para hacer cosas grandes desde la simpleza de lo sencillo. Alguna vez se entenderá cuál es el mejor ejemplo de las instituciones que hoy se afirmaron en Primera para tener una cuota de madurez, dejando de lado el eterno costado adolescente que ha venido mostrando el Cervecero. en los últimpos tiempos.

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