28 DE JUNIO

Un 28 de junio, hace 45 años, un golpe de Estado encabezado por el general Juan Carlos Onganía derrocaba al gobierno constitucional que encabezaba el doctor Arturo Umberto Illia.
Fue una maniobra cívico militar, orquestada desde algunos medios (la revista Primera Plana fue motor de esa movida) y que basó su mensaje en disfrazar la trasparencia y la honestidad del presidente en lentitud y debilidad.
El doctor Illia pasó a la posteridad como el presidente más honesto del siglo XX en la Argentina y murió pobre.
Su valor y su ejemplo quedó para siempre.
Ese gobierno militar arrasó con todo lo que fuera política, partidos, instituciones, incluso quedó en la historia por haber sido el único que disolvió el cuerpo de taquígrafos del Congreso Nacional en sus más de cien años de historia.
Hubo en el Congreso un coronel, Felipe Gerardo José Mazzini, quien quiso borrar del Parlamento todo indicio de institucionalidad.
Cuando Illia era derrocado, uno de los ejecutores de la medida, el coronel César Perlinger recibió del presidente este alegato: usted se va a arrepentir de lo que está haciendo.
Diez años después el militar envió una carta pública al doctor Illia, reconociendo el error y resaltando que el presidente Illia tenía razón. En ese marco, le pidió perdón.
Gracias a Dios hoy, al estar cerca de las tres décadas de democracia, pensar en hechos como el mencionado es imposible, pero vale la pena recordar hechos que mancharon el pasado y que provocaron un retroceso tremendo en el país, amén de todos los hechos trágicos y lamentables que generaron los gobiernos de facto.

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