!GANO QUILMES....!

Bernardo Romeo se transformó en el personaje de la película, para que Quilmes pueda conseguir su primera victoria en el Clausura: fue 3 a 1 sobre Newell`s, con dos goles del delantero y el restante del uruguayo Martín Cauteruccio.
El hincha de Quilmes, por fin, pudo festejar y se fue contento anoche del Estadio Centenario, sabiendo que la permanencia sigue sabiendo a milagro pero imaginando que en las nueve fechas que restan, el Cervecero va a pagar caro la derrota, y si hay que descender -porque el técnico Caruso Lombardi llegó tarde- por lo menos, va a dejar la imagen del "morir de pie".
Es cierto que hoy el Rojinegro padece el torneo, a tal punto que casi siempre pierde fuera de Rosario, fue rival sólo en el primer tiempo, aunque fue siempre Quilmes el que propuso. Llegó el gol de Romeo, luego del centro de Diego Torres, y enseguida empató Sperdutti.
Parecía que los fantasmas de siempre quedaban flotando en el Centenario. Sin embargo, en la segunda etapa, la perseverancia quilmeña, los cambios del técnico, dieron su fruto y primero Cauteruccio, en una bonita jugada y finalmente Romeo, en dos tiempos, sellaron el 3 a 1.
La gente se fue contenta, hasta se animó a gritar Ole, como una manera de pasarla bien por más que se sepa, como dijo el presidente Meiszner, hoy de licencia, que Ricardo Caruso Lombardi asumió la capitanía del Titanic (curiosamente el famoso barco se hundió allá por 1912, en la noche del 14 al 15 de abril).
Quilmes vivió un 15 de abril diferente, también de noche, y si bien ahora viene el tsunami -léase Vélez- por lo menos se vivirá una semana distinta. Lo de "tsunami" es una ironía que lanzó el propio técnico Caruso Lombardi, reconociendo que el equipo de Liniers, por más compromisos que tenga (torneo local y Copa), rinde en todas partes (mañana juega con Colón en Santa Fe, y el pasado miércoles goleó en Venezuela al Caracas, con soberbias actuaciones de todos los jugadores, sobre todo Maxi Moralez y el uruguayo Silva).
Faltan 9 fechas, es decir 27 puntos, y Quilmes tendría que sacar el 80 por ciento para jugar al menos la Promoción, tarea muy difícil pero no imposible (desde ya vienen dos partidos de visitante, el sábado con Vélez en el Amalfitani y el viernes 29 con Bánfield en Arenales y Peña).
Una victoria es un buen estimulante de cara al futuro. No es cuestión de hacerse mal la cabeza, en todo caso es un tónico para cambiar el rostro y mirar el futuro con otro ánimo.
Un párrafo final para el hincha de Quilmes: como gritaba la parcialidad "esta hinchada se merece la primera división", un ejemplo de consecuencia por más que los números hablen de 14 derrotas en 29 partidos, una perfomance para desilusionar a cualquiera. Sin embargo, el hincha siempre está.

Comentarios