Cada fecha parece condenar aún más al Quilmes AC al Nacional B. Y si bien, matemáticamente, todavía puede quedarse en primera, la realidad, que es la única verdad, dice lo contrario.
Contra Huracán se repitió la historia. Quilmes cometió errores en los dos goles del Globo -el primero, de Zárate, tras un error grosero del arquero Trípodi- y el segundo, un mal rechazo de Sebastián Martínez que capitalizó Cámpora (justo "Cámpora" ante el equipo de Aníbal Fernández?) y aunque pareció ser posición adelantada, no se cobró y Quilmes lo padeció.
El gol de Cauteruccio le puso algo de suspenso al resultado, pero el Cervecero no pudo llegar al empate (las pocas veces que llegó no concretó y lo pagó caro).
En síntesis, el debut de Ricardo Caruso Lombardi se pareció más que nada a la llegada del capitán de un barco a la deriva, con el propósito de salvar lo poco que se pueda ante el naufragio, como para encarar el nuevo derrotero con otra intención.
Quilmes está descendido, o mejor dicho casi descendido, porque el proceso fue siempre traumático. Desde el ascenso, que tanto motivo al periodista Anello para sus denuncias, como desde el proyecto, que encabezó el técnico Hugo Tocalli y que se tradujo en la llegada de 22 (sí, veintidós) futbolistas, con un enorme presupuesto y sueldos que mueven y conmueven, y que ahora que se ven los resultados (muy malos por ciertos) no hacen sino justificar que se trata de la crónica de una muerte anunciada.
Lo único que queda en estas 14 fechas (42 puntos) es pensar que Caruso no se va a "bancar" 14 derrotas, para entrar en el Guiness.
Por eso, se supone tratará de conseguir alguno que otro resultado favorable, por lo menos para descender con dignidad.
Es cierto, hoy por hoy parece impensado suponer cuál será la primera victoria en la era Caruso. Porque el sábado llega este Independiente, que se recargó anoche goleando a Newell`s. Después Quilmes visita al único invicto del torneo, Argentinos Juniors.
Luego recibe a este controvertido River, que siempre es River, por más que Chichizola haya cometido un grosero error, como anoche Trípodi.
En las siguientes fechas Quilmes visita a Arsenal, recibe a Newell`s, después hay dos partidos de visitante -con Velez y Banfield-, más tarde recibe a Gimnasia, visita a Godoy Cruz, recibe a Racing, visita a All Boys, recibe a Boca, visita a San Lorenzo y concluye en casa con Olimpo.
Es decir, un fixture terrible, no imposible pero casi, teniendo en cuenta lo que ha producido este equipo hasta ahora.
Caruso dice no ser mago, en todo caso tratará de motivar a los jugadores, pero si siguen cometiendo errores como anoche, todo será cada vez más difícil, con el agravante de la bronca que tiene el hincha -que siempre está, no puede dejar de mencionarse- irá in crescendo.
¿Se puede suponer qué puede pasar si después de 5 ó 6 fechas, el técnico Caruso no ha logrado una sola victoria...?
Por ahora, hay que seguir caminando por la senda del optimismo, por más que sea ir contra la corriente. Porque hoy es un Titanic al que el técnico tiene que tratar de enderezar en medio de una tormenta impresionante. Por ahora, a Huracán, que fue apenas una brisa, se encargó de aprovecharse de esta nave que sufre múltiples averías, y que en estos momentos "anda para el diablo"...
Contra Huracán se repitió la historia. Quilmes cometió errores en los dos goles del Globo -el primero, de Zárate, tras un error grosero del arquero Trípodi- y el segundo, un mal rechazo de Sebastián Martínez que capitalizó Cámpora (justo "Cámpora" ante el equipo de Aníbal Fernández?) y aunque pareció ser posición adelantada, no se cobró y Quilmes lo padeció.
El gol de Cauteruccio le puso algo de suspenso al resultado, pero el Cervecero no pudo llegar al empate (las pocas veces que llegó no concretó y lo pagó caro).
En síntesis, el debut de Ricardo Caruso Lombardi se pareció más que nada a la llegada del capitán de un barco a la deriva, con el propósito de salvar lo poco que se pueda ante el naufragio, como para encarar el nuevo derrotero con otra intención.
Quilmes está descendido, o mejor dicho casi descendido, porque el proceso fue siempre traumático. Desde el ascenso, que tanto motivo al periodista Anello para sus denuncias, como desde el proyecto, que encabezó el técnico Hugo Tocalli y que se tradujo en la llegada de 22 (sí, veintidós) futbolistas, con un enorme presupuesto y sueldos que mueven y conmueven, y que ahora que se ven los resultados (muy malos por ciertos) no hacen sino justificar que se trata de la crónica de una muerte anunciada.
Lo único que queda en estas 14 fechas (42 puntos) es pensar que Caruso no se va a "bancar" 14 derrotas, para entrar en el Guiness.
Por eso, se supone tratará de conseguir alguno que otro resultado favorable, por lo menos para descender con dignidad.
Es cierto, hoy por hoy parece impensado suponer cuál será la primera victoria en la era Caruso. Porque el sábado llega este Independiente, que se recargó anoche goleando a Newell`s. Después Quilmes visita al único invicto del torneo, Argentinos Juniors.
Luego recibe a este controvertido River, que siempre es River, por más que Chichizola haya cometido un grosero error, como anoche Trípodi.
En las siguientes fechas Quilmes visita a Arsenal, recibe a Newell`s, después hay dos partidos de visitante -con Velez y Banfield-, más tarde recibe a Gimnasia, visita a Godoy Cruz, recibe a Racing, visita a All Boys, recibe a Boca, visita a San Lorenzo y concluye en casa con Olimpo.
Es decir, un fixture terrible, no imposible pero casi, teniendo en cuenta lo que ha producido este equipo hasta ahora.
Caruso dice no ser mago, en todo caso tratará de motivar a los jugadores, pero si siguen cometiendo errores como anoche, todo será cada vez más difícil, con el agravante de la bronca que tiene el hincha -que siempre está, no puede dejar de mencionarse- irá in crescendo.
¿Se puede suponer qué puede pasar si después de 5 ó 6 fechas, el técnico Caruso no ha logrado una sola victoria...?
Por ahora, hay que seguir caminando por la senda del optimismo, por más que sea ir contra la corriente. Porque hoy es un Titanic al que el técnico tiene que tratar de enderezar en medio de una tormenta impresionante. Por ahora, a Huracán, que fue apenas una brisa, se encargó de aprovecharse de esta nave que sufre múltiples averías, y que en estos momentos "anda para el diablo"...
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