La "patriada" que se jugó el Quilmes AC en este momento parece mostrar tres escenarios posibles. Como un enfermo grave, se buscó un "médico" que tratará de sacarlo de terapia intensiva, por lo menos para llevarlo a la intermedia, léase Promoción.
Si Caruso Lombardi, que de entrada nomás fue un "huracán" de optimismo, con el inflador a full, consigue sacar al Cervecero del descenso directo y dejarlo definitivamente en la Promoción, habrá producido uno de esos escenarios.
El otro es el "terminal", donde no hay inflador anímico capaz de reanimar al paciente, y el descenso será traumático.
Y el tercer escenario, es el de la utopía, o sea que Caruso pase a la historia y transforme a un equipo indolente en una furia infernal, y termine salvando al Cervecero de todo, algo que hoy por hoy suena a milagro.
Dentro de estas tres alternativas, la presencia de Caruso implica contemplar el Plan B, es decir, si hay que descender, que sea lo más dignamente posible, si cabe el eufemismo, pero con el beneficio de inventario de encarar las cosas en el próximo Nacional B -que cada vez es más Nacional por los equipos participantes y protagonistas- con el objetivo de siempre: volver a Primera lo más rápido posible.
Dentro de este panorama el paciente encara estas quince fechas, donde los rivales a enfrentar son todos difìciles, ya que por uno u otro motivo tienen algo por qué jugar.
Desde Huracán e Independiente, los próximos dos, que luchan por la permanencia, en el caso del Rojo con la rara sensación de jugar la Copa y pelear en el torneo local por mejorar el promedio, hasta los otros que quieren quedarse como Olimpo (será en la última fecha en el Centenario), All Boys en Floresta, Gimnasia en Quilmes (habrá que ver cómo están los dos en ese momento, pero es imaginable lo que será esa instancia en el ámbito del gobierno nacional, por los colores futbolísticos del Jefe de Gabinete y de la Presidenta), Boca, River, Racing (todos en el Centenario), el Bicho en La Paternal, San Lorenzo (en el bajo Flores), Banfield en Arenales y Peña, Newell`s en Quilmes, Godoy Cruz en Mendoza, Vélez Sársfield en Liniers y Arsenal en Sarandí.
En fin, el menú es interesante, muy difìcil de digerir por supuesto pero no imposible. Habrá que ver después de estos primeros días de Caruso -habló de evitar la guillotina y reconoció que era el mayor desafío de su carrera- en cuál de estos escenario se ubica el Cervecero.
Si Caruso Lombardi, que de entrada nomás fue un "huracán" de optimismo, con el inflador a full, consigue sacar al Cervecero del descenso directo y dejarlo definitivamente en la Promoción, habrá producido uno de esos escenarios.
El otro es el "terminal", donde no hay inflador anímico capaz de reanimar al paciente, y el descenso será traumático.
Y el tercer escenario, es el de la utopía, o sea que Caruso pase a la historia y transforme a un equipo indolente en una furia infernal, y termine salvando al Cervecero de todo, algo que hoy por hoy suena a milagro.
Dentro de estas tres alternativas, la presencia de Caruso implica contemplar el Plan B, es decir, si hay que descender, que sea lo más dignamente posible, si cabe el eufemismo, pero con el beneficio de inventario de encarar las cosas en el próximo Nacional B -que cada vez es más Nacional por los equipos participantes y protagonistas- con el objetivo de siempre: volver a Primera lo más rápido posible.
Dentro de este panorama el paciente encara estas quince fechas, donde los rivales a enfrentar son todos difìciles, ya que por uno u otro motivo tienen algo por qué jugar.
Desde Huracán e Independiente, los próximos dos, que luchan por la permanencia, en el caso del Rojo con la rara sensación de jugar la Copa y pelear en el torneo local por mejorar el promedio, hasta los otros que quieren quedarse como Olimpo (será en la última fecha en el Centenario), All Boys en Floresta, Gimnasia en Quilmes (habrá que ver cómo están los dos en ese momento, pero es imaginable lo que será esa instancia en el ámbito del gobierno nacional, por los colores futbolísticos del Jefe de Gabinete y de la Presidenta), Boca, River, Racing (todos en el Centenario), el Bicho en La Paternal, San Lorenzo (en el bajo Flores), Banfield en Arenales y Peña, Newell`s en Quilmes, Godoy Cruz en Mendoza, Vélez Sársfield en Liniers y Arsenal en Sarandí.
En fin, el menú es interesante, muy difìcil de digerir por supuesto pero no imposible. Habrá que ver después de estos primeros días de Caruso -habló de evitar la guillotina y reconoció que era el mayor desafío de su carrera- en cuál de estos escenario se ubica el Cervecero.
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