No será un domingo más. El próximo 3 de abril a las 16, Quilmes recibe en el Estadio Centenario a River Plate, en uno de los partidos más destacados del torneo Clausura, en su octava fecha. Será árbitro el internacional Héctor Baldassi.
Todo está armado para que sea un domingo de fiesta, teniendo en cuenta la jerarquía del rival que llegará a Quilmes, y que anticipa un estadio colmado (River ya vendió las 3000 populares que le dio Quilmes y seguramente hará lo propio con las 1600 plateas).
Como ha sido considerado por el Coprosede como un partido de alto riesgo habrá un operativo de seguridad con 780 efectivos policiales.
Quilmes viene de dos empates seguidos, aunque mereció algo más y buscará sumar de a tres porque a esta altura del torneo ya no sirven los empates, por más que el rival sea River y toda su historia.
Debe señalarse que atrás quedaron las protestas del técnico Ricardo Caruso Lombardi, quejándose del arbitraje de Sergio Pezzotta en el partido con Argentinos Juniors... En todo caso, desde los responsables de la designación de árbitros se desestimaron las protesas a tal punto que Pezzotta va a dirigir otro gran partido de la fecha: Boca-Estudiantes.
Debe ser una gran fiesta del fútbol el domingo en el estadio Centenario, más allá de lo que se juega -River va mejorando su promedio pero no puede relajarse- y como nuevo condimento se confirmó que habrá partido preliminar, lo que le da mayor interés a la jornada.
Todavía se desconoce el equipo que pondrá en cancha Caruso Lombardi, aunque se sabe que no podrán estar Garnier, que llegó a las cinco amarillas y Sebastián Martínez, expulsado.
Se supone que el técnico mantendrá la misma base que produjo una buena actuación con Argentinos Juniors, y habrá que ver quiénes ocupan los lugares de Garnier y Martínez.
La gente del Cervecero, siempre fiel al equipo, por más que el fantasma del descenso hoy sea una realidad, dirá presente en enorme número, como para demostrar mejor que nunca, ante tanto movimiento mediático, que el apoyo es incondicional, siempre, sin tener en cuenta la actualidad de los números. No hay que olvidar que jugadas 26 fechas, Quilmes sólo ganó cuatro veces y empató 9 -perdió 13-, un dato capaz de amargar a cualquier para dejar de apoyar, algo que el hincha Cervecero no hace caso, y acompaña en las buenas y mucho más en las malas, como han sido los últimos tiempos.
Todo está armado para que sea un domingo de fiesta, teniendo en cuenta la jerarquía del rival que llegará a Quilmes, y que anticipa un estadio colmado (River ya vendió las 3000 populares que le dio Quilmes y seguramente hará lo propio con las 1600 plateas).
Como ha sido considerado por el Coprosede como un partido de alto riesgo habrá un operativo de seguridad con 780 efectivos policiales.
Quilmes viene de dos empates seguidos, aunque mereció algo más y buscará sumar de a tres porque a esta altura del torneo ya no sirven los empates, por más que el rival sea River y toda su historia.
Debe señalarse que atrás quedaron las protestas del técnico Ricardo Caruso Lombardi, quejándose del arbitraje de Sergio Pezzotta en el partido con Argentinos Juniors... En todo caso, desde los responsables de la designación de árbitros se desestimaron las protesas a tal punto que Pezzotta va a dirigir otro gran partido de la fecha: Boca-Estudiantes.
Debe ser una gran fiesta del fútbol el domingo en el estadio Centenario, más allá de lo que se juega -River va mejorando su promedio pero no puede relajarse- y como nuevo condimento se confirmó que habrá partido preliminar, lo que le da mayor interés a la jornada.
Todavía se desconoce el equipo que pondrá en cancha Caruso Lombardi, aunque se sabe que no podrán estar Garnier, que llegó a las cinco amarillas y Sebastián Martínez, expulsado.
Se supone que el técnico mantendrá la misma base que produjo una buena actuación con Argentinos Juniors, y habrá que ver quiénes ocupan los lugares de Garnier y Martínez.
La gente del Cervecero, siempre fiel al equipo, por más que el fantasma del descenso hoy sea una realidad, dirá presente en enorme número, como para demostrar mejor que nunca, ante tanto movimiento mediático, que el apoyo es incondicional, siempre, sin tener en cuenta la actualidad de los números. No hay que olvidar que jugadas 26 fechas, Quilmes sólo ganó cuatro veces y empató 9 -perdió 13-, un dato capaz de amargar a cualquier para dejar de apoyar, algo que el hincha Cervecero no hace caso, y acompaña en las buenas y mucho más en las malas, como han sido los últimos tiempos.
Comentarios