QUILMES: HORA DE CAMBIOS

Algunos obligados, otros urgidos por la necesidad, lo cierto es que el técnico Leonardo Carol Madelón anticipa varias modificaciones en el equipo de Quilmes que el sábado visita a Lanús.
El técnico ya sabrá que se bajó Miguel Brindisi, de Huracán, después de un empate -con Argentinos Juniors- y de una derrota -frente a River.
Quilmes lleva dos derrotas en estas primeras dos fechas del Clausura, con un equipo que se mostró tibio en los encuentros y que careció de audacia o de sorpresa para quebrar su destino de derrota.
Ahora habla de cambios, sabiendo que los tiempos que van pasando apremian su realidad, porque incluso hasta algún medio se atrevió a hablar de sucesores (se mencionó a Caruso Lombardi).
Lo cierto es que el técnico confía en el equipo, y ya hoy dijo que no se va, y que piensa que la situación se puede revertir.
Las cosas no vienen bien, porque el rival del sábado es un Lanús, que viene de perder en Rosario y de ganarle a Arsenal.
Quilmes tendrá tres bajas obligadas: Hernán Grana no puede jugar porque pertenece a Lanús y hay una cláusula que lo impide. Gervasio Nuñez tampoco podrá estar porque llegó a las cinco amarillas y Enzo Kalinsky tendrá una fecha de suspensión por haber sido expulsado contra Estudiantes.
En principio esos lugares podrían ser ocupados por Quiles, Broggi y Coronel, respectivamente, aunque el técnico también piensa en cambios tácticos, teniendo en cuenta que hay jugadores que están lejos de su nivel.
Se hablaba de Caneo por el irregular Raymonda, pero Miguel Caneo se desgarró y tendrá que estar afuera cerca de 20 días.
Habrá que ver si insiste con Jota Morales, también lejos de su nivel, y se decide por el uruguayo Cauteruccio, o bien si aparecen algunos de los que piden oportunidades, como Romeo, el Pitu González, Diego Torres, entre otros.
Evidentemente, el fantasma del descenso acecha ostensiblemente, y los partidos que vienen servirán para saber si hay alguna luz de esperanza, para quedarse en la categoría, o bien habrá que penar y pensar otra vez en la primera B Nacional.
Madelón decidió entrenar a puertas cerradas, para el periodismo local, y recién hablará el próximo viernes. Quizás se sienta afectado por las críticas -el periodista local suele ser, generalmente, más incisivo que los de otros medios, en algunos casos mezclando en forma equivocada su profesión con la pasión por camiseta- pero Madelón debe entender que en tiempos de "vacas flacas" hay que saber asumir la responsabilidad de quien conduce.
Es cierto, si las cosas no caminan, el primer fusible será él, máxime que Lanús puede ser un enorme alerta, teniendo en cuenta que luego Quilmes enfrenta a dos rivales directos por la permanencia, Tigre y Huracán.
Quilmes juega el sábado a las 17 con Lanús -arbitra Pitana- un partido fundamental desde todo punto de vista, y tal vez la gran apuesta del equipo, y del equipo, sea demostrar que existen elementos como para cambiar la opinión actual, que roza de mediocre para abajo. El técnico y los futbolistas -la gente, enojada o no, sufrida o no, siempre está- serán los encargados de empezar a cambiar la historia. Serán tres partidos "locos que vamos a vivir"... ¿Tendrá espuma el Cervecero para superar un trago amargo?

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