Difìcilmente pueda existir en el mundo una ciudad como Mar del Plata, en temporada estival sobre todo, en cuanto a la variedad de espectáculos que ofrece. Hay para todos los públicos y bolsillos, en una paleta que parece interminable.
Desde Ricardo Fort, en Tío Curzio, hasta Enrique Pinti en el Roxy, o desde Bravísima con Carmen Barbieri hasta 39 Escalones, con el cuarteto de Nicolás Scarpino, Fabián Gianola, Diego Ramos y Laura Oliva.
Por supuesto, las entradas varían, pero los más taquilleros andan por los 150/140 pesos, aunque también hay muy buenos por menos dinero. Un ejemplo, el unipersonal de Beatriz Spelzini, con Rose, ganador de muchos premios, con la dirección de Agustín Alesso y una magistral interpretación de la actriz, pintando la vida de una mujer judía de 80 años, que cuenta su historia, que es la historia del pueblo judío de las últimas décadas, con todos los avatares que se han hecho conocidos por todos.
39 Escalones es una obra hecha comedia con mucho humor y con un gran despliegue de los actores, destacándose Nico Scarpino, por su crecimiento actoral.
Enrique Pinti dice en su espectáculo Antes de que me olvide, todo lo que ha venido diciendo desde que hace sus espectáculos, con una cuota importante de historia y su visión del país y de los gobiernos, donde la defensa de los valores de la libertad, la paz, el trabajo, la dignidad, la honestidad ocupa el primer lugar. Con una coreografía monumental del genial Ricky Pashkus.
El lunes vamos a ver Arráncame la vida, en el Auditorium, con Cecilia Milone y Juan Darthés.
En Mardel hay para todos los gustos, como actuaciones al aire libre y gratuitas de artistas como Montaner, Julio Iglesias, el Bahiano, Pimpinela, El Chaqueño Palavecino... el ruido de Maradona, ya sea en el indoor en el Polideportivo, como su presencia en el show de Fort (la entrada cuesta 120 pesos para ver al chocolatero, prueba elocuente de que Mardel da para todo..).
En fin, esta noche se juega el Superclásico -dice Mardel que es la única ciudad del mundo que muestra a los cinco grandes de verano y por más devaludados que estén- y por la mañana Quilmes se despidió de la ciudad con una victoria sobre Aldosivi (el equipo marplatense venía embalado en los amistosos, habiéndole ganado a Colón y a Independiente de Avellaneda).
Hay de todo en la feliz, incluso en la Varese se lo puede ver a Grondona (don Julio por supuesto) saludar a todo el mundo, en otro lado Pablito Ruiz (acompañado) y Nacho Godano y familia yendo al cine. Repito: hay de todo. Como para encontrar a un diputado nacional, de la ciudad, sonriente después de haber disfrutado del espectáculo de Pinti, que le pegó duro a los políticos. Claro, don Enrique dice que a los 71 desafía a las neuronas para seguir cabalgando esa memoria increíble, y seguir siendo el gran historiador de la nación, buceando en las profundidades de lo que nos sigue pasando. El legislador, seguramente, habrá pensado que el actor dice lo que piensa y todo lo que dice llama a la reflexión, una vez que el humor (o las interminables puteadas) se quedan en el cedazo.
Mardel... la capital mundial del espectáculo, ayer, hoy y siempre.
Desde Ricardo Fort, en Tío Curzio, hasta Enrique Pinti en el Roxy, o desde Bravísima con Carmen Barbieri hasta 39 Escalones, con el cuarteto de Nicolás Scarpino, Fabián Gianola, Diego Ramos y Laura Oliva.
Por supuesto, las entradas varían, pero los más taquilleros andan por los 150/140 pesos, aunque también hay muy buenos por menos dinero. Un ejemplo, el unipersonal de Beatriz Spelzini, con Rose, ganador de muchos premios, con la dirección de Agustín Alesso y una magistral interpretación de la actriz, pintando la vida de una mujer judía de 80 años, que cuenta su historia, que es la historia del pueblo judío de las últimas décadas, con todos los avatares que se han hecho conocidos por todos.
39 Escalones es una obra hecha comedia con mucho humor y con un gran despliegue de los actores, destacándose Nico Scarpino, por su crecimiento actoral.
Enrique Pinti dice en su espectáculo Antes de que me olvide, todo lo que ha venido diciendo desde que hace sus espectáculos, con una cuota importante de historia y su visión del país y de los gobiernos, donde la defensa de los valores de la libertad, la paz, el trabajo, la dignidad, la honestidad ocupa el primer lugar. Con una coreografía monumental del genial Ricky Pashkus.
El lunes vamos a ver Arráncame la vida, en el Auditorium, con Cecilia Milone y Juan Darthés.
En Mardel hay para todos los gustos, como actuaciones al aire libre y gratuitas de artistas como Montaner, Julio Iglesias, el Bahiano, Pimpinela, El Chaqueño Palavecino... el ruido de Maradona, ya sea en el indoor en el Polideportivo, como su presencia en el show de Fort (la entrada cuesta 120 pesos para ver al chocolatero, prueba elocuente de que Mardel da para todo..).
En fin, esta noche se juega el Superclásico -dice Mardel que es la única ciudad del mundo que muestra a los cinco grandes de verano y por más devaludados que estén- y por la mañana Quilmes se despidió de la ciudad con una victoria sobre Aldosivi (el equipo marplatense venía embalado en los amistosos, habiéndole ganado a Colón y a Independiente de Avellaneda).
Hay de todo en la feliz, incluso en la Varese se lo puede ver a Grondona (don Julio por supuesto) saludar a todo el mundo, en otro lado Pablito Ruiz (acompañado) y Nacho Godano y familia yendo al cine. Repito: hay de todo. Como para encontrar a un diputado nacional, de la ciudad, sonriente después de haber disfrutado del espectáculo de Pinti, que le pegó duro a los políticos. Claro, don Enrique dice que a los 71 desafía a las neuronas para seguir cabalgando esa memoria increíble, y seguir siendo el gran historiador de la nación, buceando en las profundidades de lo que nos sigue pasando. El legislador, seguramente, habrá pensado que el actor dice lo que piensa y todo lo que dice llama a la reflexión, una vez que el humor (o las interminables puteadas) se quedan en el cedazo.
Mardel... la capital mundial del espectáculo, ayer, hoy y siempre.
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