QUILMES 2, ALL BOYS 1

¿Hay algo más lindo que un partido de fútbol? Seguramente no, máxime cuando gana el equipo de uno, y si bien en la mayoría de los casos suele suceder que gana siempre el que mejor juega, tal como está Quilmes en la tabla de posiciones, ya no importa el cómo sino el resultado.
Quilmes derrotó a All Boys 2 a 1, con goles de sus dos 9, Jota Morales y Romeo -Mattos había puesto en ventaja al de Floresta- y logró su segunda victoria en "la era Madelón", que con 7 puntos en su haber, en cuatro fechas sumó más que el técnico anterior, Hugo Tocalli (6 puntos en 11).
Así las cosas, el partido fue cambiante y de final incierto, porque tuvo un primer tiempo favorable a All Boys, que puso el 1 a 0 apenas iniciado el encuentro, con un bombazo de Mattos y que pudo haber aumentado las cifras, aunque tropezó con el buen momento de Galíndez y la falta de precisión de los delanteros visitantes.
Nada hacía prever lo que sucedió en el complemento, porque Quilmes estaba errático, quizás nervioso por volver a jugar frente a su gente, con la debilidades de Pablo Garnier en el medio, la confusión de Raymonda -la gente pedía el cambio por Caneo y el técnico no les dio el gusto- y el buen equipo de All Boys justificaba la posición en la tabla, encaminándose a su primera victoria de visitante en el torneo.
Pero todo cambió en esa etapa, con los ingresos de Caneo por Quilmes -el técnico se jugó por una línea de 3, dejando a Garnier en el puesto de Quiles- y la gran macana que se mandó el arquero Cambiasso, fallando en un rechazo y sirviendo el pase a Jota Morales, que volvió al gol después de varias fechas, aprovechando al máximo la oferta del arquero visitante.
Ahí cambiaron las cosas -ya no estaba en el visitante ese buen elemento que es Perez García- y el ingresado Romeo -también lo hizo Varela- se encargó de llevar una enorme alegría a los hinchas locales, con un certero cabezazo.
Los minutos que faltaban trascurrieron con la desesperación de All Boys, al ver que se le escapaban puntos que parecían tener en la bolsa, y Quilmes apretando los dientes para conservar el resultado.
En síntesis, Quilmes ganó en el Centenario en el día del cumpleaños del club -123 años- y sigue soñando con la recuperación para terminar esta primera parte del certamen lo más arriba posible.
El hincha se fue cantando que se va a copar la Bombonera -el domingo el Cervecero visita al Xeneize- y la ilusión está intacta. Lógicamente, será difícil tener tantas ofertas favorables en un partido como el de hoy, partiendo de la equivocación grosera de Cambiasso, pero a esta altura sólo vale sumar, y si es de tres, mejor.
Como para terminar el comentario igual que al principio, con la pregunta: ¿hay algo más lindo que un partido de fútbol?

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