Ayer fue primavera para Quilmes, porque impensadamente, con un el error grosero del arquero Cambiasso, logró una celebrada victoria sobre el encumbrado All Boys por 2 a 1. Hasta el gol del empate, sobre los 29´del segundo tiempo, nada hacía aparecer como posible el empate del Cervecero.
En todo caso el albo de Floresta lamentaba los goles perdidos, sobre todo por el lado de Mauro Mattos. Pero esto es fútbol, con aquello de los goles que se malogran en el arco de enfrente suelen padecerse en el contrario.
Eso le ocurrió a All Boys, cuando un pase atrás de Barrientos no lo capitalizó Cambiasso, titubeó perdió el balón y Jota Morales, como un pescador, aprovechó la presa y volvió al gol después de varias fechas.
Luego llegó el gol de Bernardo Romeo, poniendo la cabeza ante el centro de Kalinski. Si el empate sonaba a milagro, el triunfo era algo más.
La tribuna local, que ya estaba fastidiosa con todos -jugadores, dirigentes, destino, etcétera- cambió los gritos por vítores, y los últimos minutos se jugaron con la alegría de los hinchas del Decano, en el día del club (Quilmes cumplía 123 años de vida y tenía al final un cumpleaños feliz).
Así las cosas la gente se fue cantando con el pensamiento puesto en la visita del domingo próximo a la Boca, para reiterar la recuperación de los últimos partidos.
Ya lo había dicho el técnico Madelón: en esta instancia que resta al final del Apertura, hay que sacar la mayor cantidad de puntos posible, de cualquier manera. Y el de ayer fue un ejemplo gráfico, porque si no se equivoca Cambiasso, hubiera sido difícil ese final.
Como en la tragedia del inmortal Shakespeare, tuvo que ser Romeo el que por el amor de su Julieta -el goleador siempre quiere festejar- para que la fiesta fuera total. La tragedia quedó para el visitante que suponía que no se le podía escapar la victoria, al final el argumento cambió de lado, porque un personaje -el arquero de All Boys- equivocó la letra.
En fin, en este mundo resultadista de nuestro fútbol, tratándose de Quilmes siempre vale la pena ganar, no de esta manera, pero si se presenta, hay que aprovecharla.
Los hinchas de All Boys habían cargado a sus pares con las chanzas propias de que "son de la B", o acusando a Quilmes, dirigentes mediante, de haber comprado el ascenso, etcétera, etcétera.
El azar cambió los vientos de fronda. Porque después, con el resultado puesto, eran los hinchas Cerveceros los que cantaban a sus rivales "equipo chico" o "son de la C". Cosas del fútbol.
Panfletos
Además de cuentos de Fontanarrosa y Rafael Bielsa, que se repartieron entre los espectadores, por una iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación, desde la secretaría de atención al socio del Quilmes AC se invitó a los socios y simpatizantes a enviar sugerencias, ideas, propuestas e inquietudes.
Quien quiera hacerlo deben enviar un mail al correo: asocios@quilmesaclub.org o personalmente se pueden acercar a Guido y Paz, sede social, en el buzón de sugerencias.
También los días martes y jueves de 17 a 19, personalmente, allí habrá quienes estarán esperando para debatir el proyecto, idea o sugerencia.
Sumate a nosotros, dice la convocatoria: entre todos tenemos que lograr un club grande, participativo, de puertas abiertas, ahora te esperamos a vos.
No digas que no se puede, hacete oír...
Vale acotar que sería bueno que se busque la manera para que esta convocatoria lleve a los socios de otros deportes a acercarse a alentar al equipo superior, por más críticas que genera esta avalancha de futbolistas que trajo el anterior técnico Hugo Tocalli, con el aval de la dirigencia, donde se puso mucho dinero, tal vez demasiado por la respuesta que hubo hasta ahora de esos 22 mohicanos que llegaron. Se supone que al final del Apertura, habrá limpieza, porque hay muchos que sólo llegaron para figurar, o si jugaron, no respondieron a las expectativas.
En todo caso, el ejemplo precisamente de All Boys pude ser el mejor espejo: trajo muy poco, y a pesar de la derrota con Quilmes, está allá arriba con 22 puntos, 9 más que el Cervecero. Para pensar.
UN DESEO: que la expresión "hagamos entre todos un club para todos" sea más que eso y se traduzca en una realidad.
En todo caso el albo de Floresta lamentaba los goles perdidos, sobre todo por el lado de Mauro Mattos. Pero esto es fútbol, con aquello de los goles que se malogran en el arco de enfrente suelen padecerse en el contrario.
Eso le ocurrió a All Boys, cuando un pase atrás de Barrientos no lo capitalizó Cambiasso, titubeó perdió el balón y Jota Morales, como un pescador, aprovechó la presa y volvió al gol después de varias fechas.
Luego llegó el gol de Bernardo Romeo, poniendo la cabeza ante el centro de Kalinski. Si el empate sonaba a milagro, el triunfo era algo más.
La tribuna local, que ya estaba fastidiosa con todos -jugadores, dirigentes, destino, etcétera- cambió los gritos por vítores, y los últimos minutos se jugaron con la alegría de los hinchas del Decano, en el día del club (Quilmes cumplía 123 años de vida y tenía al final un cumpleaños feliz).
Así las cosas la gente se fue cantando con el pensamiento puesto en la visita del domingo próximo a la Boca, para reiterar la recuperación de los últimos partidos.
Ya lo había dicho el técnico Madelón: en esta instancia que resta al final del Apertura, hay que sacar la mayor cantidad de puntos posible, de cualquier manera. Y el de ayer fue un ejemplo gráfico, porque si no se equivoca Cambiasso, hubiera sido difícil ese final.
Como en la tragedia del inmortal Shakespeare, tuvo que ser Romeo el que por el amor de su Julieta -el goleador siempre quiere festejar- para que la fiesta fuera total. La tragedia quedó para el visitante que suponía que no se le podía escapar la victoria, al final el argumento cambió de lado, porque un personaje -el arquero de All Boys- equivocó la letra.
En fin, en este mundo resultadista de nuestro fútbol, tratándose de Quilmes siempre vale la pena ganar, no de esta manera, pero si se presenta, hay que aprovecharla.
Los hinchas de All Boys habían cargado a sus pares con las chanzas propias de que "son de la B", o acusando a Quilmes, dirigentes mediante, de haber comprado el ascenso, etcétera, etcétera.
El azar cambió los vientos de fronda. Porque después, con el resultado puesto, eran los hinchas Cerveceros los que cantaban a sus rivales "equipo chico" o "son de la C". Cosas del fútbol.
Panfletos
Además de cuentos de Fontanarrosa y Rafael Bielsa, que se repartieron entre los espectadores, por una iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación, desde la secretaría de atención al socio del Quilmes AC se invitó a los socios y simpatizantes a enviar sugerencias, ideas, propuestas e inquietudes.
Quien quiera hacerlo deben enviar un mail al correo: asocios@quilmesaclub.org o personalmente se pueden acercar a Guido y Paz, sede social, en el buzón de sugerencias.
También los días martes y jueves de 17 a 19, personalmente, allí habrá quienes estarán esperando para debatir el proyecto, idea o sugerencia.
Sumate a nosotros, dice la convocatoria: entre todos tenemos que lograr un club grande, participativo, de puertas abiertas, ahora te esperamos a vos.
No digas que no se puede, hacete oír...
Vale acotar que sería bueno que se busque la manera para que esta convocatoria lleve a los socios de otros deportes a acercarse a alentar al equipo superior, por más críticas que genera esta avalancha de futbolistas que trajo el anterior técnico Hugo Tocalli, con el aval de la dirigencia, donde se puso mucho dinero, tal vez demasiado por la respuesta que hubo hasta ahora de esos 22 mohicanos que llegaron. Se supone que al final del Apertura, habrá limpieza, porque hay muchos que sólo llegaron para figurar, o si jugaron, no respondieron a las expectativas.
En todo caso, el ejemplo precisamente de All Boys pude ser el mejor espejo: trajo muy poco, y a pesar de la derrota con Quilmes, está allá arriba con 22 puntos, 9 más que el Cervecero. Para pensar.
UN DESEO: que la expresión "hagamos entre todos un club para todos" sea más que eso y se traduzca en una realidad.
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