Ni siquiera un gol al minuto sirvió para cambiar la caida libre que viene mostrando Quilmes en estos primeros partidos en primera división. El tanto fue de Hirsig, pero luego Quintana al final del primer tiempo y Nieto promediando el complemento, dieron vuelta el resultado y sumaron una nueva frustración para las huestes de Hugo Tocalli.
La incertidumbre comienza a apoderarse del decano del fútbol argentino, que genera las críticas, tanto al presidente Meiszner, al vice Aníbal Fernández y a los directivos, porque los 22 jugadores que se trajeron, por pedido del técnico Tocalli, todavía no han encontrado sintonía, y se sabe que en este fútbol moderno, la impaciencia es una de las características.
Quilmes se ha transformado en el salvatécnicos -de los otros, por supuesto- ya que después de la victoria de Tigre, Ricardo Caruso Lombardi, pudo respirar más tranquilo y ahora seguramente el Chulo Rivoira se encontrará en la misma situación porque llegó al Centenario con muchas dudas sobre su continuidad, sobre todo de la gente, no tanto de los directivos que se encargaron de sostener al cuerpo técnico, y se fue más fortalecido que nunca.
Y ahora, el próximo domingo, podría repetirse la situación, porque en Independiente está cuestionado Daniel Garnero -el rojo juega por la Copa ante Argentinos Juniors en la semana- y en primera división el Diablo está igualando en puntaje al Cervecero.
Habrá que ver de qué manera se vive esta semana, porque sin duda la impaciencia irá in crescendo a medida que el promedio - hoy 0,400- siga en baja, con lo que las cosas se irán complicando cada vez más.
Comenzarán los cuestionamientos, desde los directivos, pasando por el cuerpo técnico y los jugadores, y este mal, al que el hincha de Quilmes conoce como nadie, sólo puede curarse en parte con un paliativo llamado Victoria. Mientras tanto, empezarán a aparecer los fantasmas del 91/92, con la peor campaña del Cervecero de los últimos tiempos, con un descenso producido muchísimo antes del final. Ojalá que el panorame cambie, mientras habrá que seguir padeciendo la Primera División.
Entretanto todos los comentarios habidos y por haber seguirán dando vueltas, desde las mofas hacia "el poder", que por ahora como nunca no parece favorecer al Cervecero, en todo caso lo perjudica mucho, hasta las realidades de que un equipo no se puede armar de la noche a la mañana, y hacerlo en medio de un torneo, cuando los resultados no acompañan, obliga a tener la cabeza fría y las espaldas anchas. De lo contrario, la continuidad del técnico comenzará a depender del resultado únicamente, a partir de ahora, fecha tras fecha. Si Tocalli llega al partido en Avellaneda y el equipo pierde, ¿podrá tener sostén para el siguiente partido con Argentinos Juniors?
Alguien sostuvo que aquí hay un proceso a largo plazo en marcha, y que en base a ello se sostendrá la idea, pero el hincha, de la platea sobre todo, se impacienta cada vez más y al mirar la tabla, y el maldito promedio, entra en cólera, con todo lo que eso significa.
Como dice Mostaza Merlo, paso a paso, hoy más que nunca. Lógicamente, todo deberá a puntar a ganar lo más pronto posible. De lo contrario, las cosas serán cada vez más insostenibles.
La incertidumbre comienza a apoderarse del decano del fútbol argentino, que genera las críticas, tanto al presidente Meiszner, al vice Aníbal Fernández y a los directivos, porque los 22 jugadores que se trajeron, por pedido del técnico Tocalli, todavía no han encontrado sintonía, y se sabe que en este fútbol moderno, la impaciencia es una de las características.
Quilmes se ha transformado en el salvatécnicos -de los otros, por supuesto- ya que después de la victoria de Tigre, Ricardo Caruso Lombardi, pudo respirar más tranquilo y ahora seguramente el Chulo Rivoira se encontrará en la misma situación porque llegó al Centenario con muchas dudas sobre su continuidad, sobre todo de la gente, no tanto de los directivos que se encargaron de sostener al cuerpo técnico, y se fue más fortalecido que nunca.
Y ahora, el próximo domingo, podría repetirse la situación, porque en Independiente está cuestionado Daniel Garnero -el rojo juega por la Copa ante Argentinos Juniors en la semana- y en primera división el Diablo está igualando en puntaje al Cervecero.
Habrá que ver de qué manera se vive esta semana, porque sin duda la impaciencia irá in crescendo a medida que el promedio - hoy 0,400- siga en baja, con lo que las cosas se irán complicando cada vez más.
Comenzarán los cuestionamientos, desde los directivos, pasando por el cuerpo técnico y los jugadores, y este mal, al que el hincha de Quilmes conoce como nadie, sólo puede curarse en parte con un paliativo llamado Victoria. Mientras tanto, empezarán a aparecer los fantasmas del 91/92, con la peor campaña del Cervecero de los últimos tiempos, con un descenso producido muchísimo antes del final. Ojalá que el panorame cambie, mientras habrá que seguir padeciendo la Primera División.
Entretanto todos los comentarios habidos y por haber seguirán dando vueltas, desde las mofas hacia "el poder", que por ahora como nunca no parece favorecer al Cervecero, en todo caso lo perjudica mucho, hasta las realidades de que un equipo no se puede armar de la noche a la mañana, y hacerlo en medio de un torneo, cuando los resultados no acompañan, obliga a tener la cabeza fría y las espaldas anchas. De lo contrario, la continuidad del técnico comenzará a depender del resultado únicamente, a partir de ahora, fecha tras fecha. Si Tocalli llega al partido en Avellaneda y el equipo pierde, ¿podrá tener sostén para el siguiente partido con Argentinos Juniors?
Alguien sostuvo que aquí hay un proceso a largo plazo en marcha, y que en base a ello se sostendrá la idea, pero el hincha, de la platea sobre todo, se impacienta cada vez más y al mirar la tabla, y el maldito promedio, entra en cólera, con todo lo que eso significa.
Como dice Mostaza Merlo, paso a paso, hoy más que nunca. Lógicamente, todo deberá a puntar a ganar lo más pronto posible. De lo contrario, las cosas serán cada vez más insostenibles.
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