QAC: PASO A PASO

Los directivos del Quilmes AC ratificaron a Hugo Tocalli, y por lo menos por un partido el Cervecero podrá mantener al cuerpo técnico, aunque se sabe que si se repite el Síndrome del Diablo -Independiente empató lastimosamente con Quilmes y luego fue "taladrado" por Banfield- la suerte del Cabezón estará echada.
Se dirá, son las reglas del fútbol, el resultado manda, etcétera, pero la realidad, que es la única verdad, determina que este proceso nació mal parido.
Tocalli quería descansar y prácticamente se lo archiconvenció para que sacrificara ese descanso y se ocupara de Quilmes, con las razones sentimentales de ambas partes.
Así las cosas, comenzó la lluvia de jugadores -22 nuevos- lo que a priori pareció un despropósito (vale tener en cuenta que los otros equipos ascendidos, como All Boys y Olimpo, reforzaron sus planteles pero no en esa magnitud, e incluso el de Floresta, priorizó la base para no desarmar un proyecto que estaba en marcha, y por ahora las cosas le están yendo muy bien).
Quilmes prefirió la política del cambio total, y pasadas siete fechas los resultados no aparecen, por el contrario, hay incertidumbre, broncas, desconcierto, y para colmo el próximo rival es River en el Monumental.
Tocalli sabe que en Nuñez se juega el futuro, porque un resultado similar al de Independiente con Banfield prácticamente lo pondrá en la lista de los técnicos que dejaron sus equipos (ya se fueron Garnero, de Independiente y Rivoira, de Huracán, y ahora se suma Mohamed, de Colón).
En todo caso, Quilmes tendría que jugar "el partido de su vida" para que Hugo pueda continuar realizando su proyecto.
El domingo se sabrá el resultado, pero más allá de eso habría que pensar que una vez más se equivocó el camino. Porque si aquí se priorizó un proceso por encima de lo puntual, entonces ni siquiera tendría que hablarse del tema, por más que Ríver sea mucho más que Quilmes.
Se sabe que cuando se adoptan este tipo de decisiones -vale repetir, se trajeron 22 jugadores- hay que tomarse tiempo para formar un equipo.
Y cuando se pelea contra la realidad -ese Moloch implacable que viene devorando técnicos en el fútbol argentino- resulta muy difícil cambiar las cosas.
Aquí valdría recordar aquel histórico hecho producido con Gustavo Alfaro en el Nacional B, al que se ratificó después de una derrota dolorosa 3 a 0 en Quilmes con San Martín de San Juan, y a partir de ahí se inició una gran campaña, coronada con el ascenso y con una perfomance estupenda en primera división, con 60 históricos puntos.
Hoy las cosas son muy diferentes. No parece haber mucha predisposición para priorizar el proceso y en todo caso se utiliza la excusa River para poner al cuerpo técnico y a los jugadores frente a esta disyuntiva: o nos salvamos todos o habrá que sacrificar al cuerpo técnico.
Ahora ya no es tiempo para lamentar los errores cometidos desde la dirigencia, que fue la que, apoyada en el acto electoral, adoptó estas decisiones, que en todo el mundo del fútbol se comentaron por lo que significaba, vale reiterarlo, traer 22 jugadores nuevos, y dejar de lado algunos que seguramente, con el diario del lunes, hubiesen rendido mejor, llámese Cerro, Kalinski, Meza Sánchez, Garnier, Corvalán, etcétera.
No es una semana más para el decano del fútbol argentino. Tres técnicos quedaron afuera en estas primeras siete fechas -el caso Independiente es patético, porque no le renovó el contrato a Gallego y ahora lo fue a buscar, en este "matrimonio por conveniencia" como reza Clarín, para mejorar la paupérrima campaña.
Tocalli, Troglio en Argentinos Juniors, el propio Cocca en Gimnasia -a propósito juegan el viernes en Avellaneda el Diablo y el Lobo, en un partido con historia-, incluso Miguel Russo en Rácing -salvado por ahora después de golear a Lanús- son algunos ejemplos de los técnicos en la picota en los próximos días.
El fútbol argentino deambula por un momento realmente malo, por falta de criterio en las decisiones y la no existencia de políticas de largo plazo. Los dirigentes a veces las proclaman pero a la hora de los bifes se dejan llevar por el clamor del tablón.
En todo caso, hoy por hoy los clubes que implementaron esas políticas son los que mejor marchan, como Banfield, Lanús, Vélez, Estudiantes...
En nuestro mundo doméstico del fútbol, el Cervecero, se sigue viviendo el drama del paso a paso. Así le va al Decano, y nada debe sorprender porque en todo caso es un principio de acción-reacción que la química refleja con toda claridad. Ah, si la telenovela no fuera casi un culebrón, habría que agregar que después de Ríver, el rival en el Centenario será el Arsenal... de Gustavo Julio Alfaro.

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