QAC: EMPATE PARA REFLEXIONAR

Pudo ser derrota, también victoria y finalmente, faltando p0cos segundos, fue empate.
Quilmes igualó 2 a 2 con Argentinos Juniors en un partido raro, que dejó mucha tela para cortar.
Después de un primer tiempo olvidable -los dos demostraron el lugar que ocupan en la tabla- el complemento tuvo todos los condimentos.
Porque el Bicho se puso en ventaja de entrada, tras un error de la defensa Cervecera, enseguida fue expulsado Aranguis por segunda amarilla.
Parecía que la noche se le venía al local, y sin embargo con mucho amor propio llegó al empate, con una corajeada de Diego Torres, que había ingresado por el intrascendente Coronel.
Quilmes sufrió una nueva expulsión y quedó con 9. En esa instancia llegó el gol de Juan José Morales, y la tarea con sabor a hazaña para el local, que aguantó como pudo el resultado favorable.
Faltaban tres minutos y cuando el partido se terminaba, tras un córner llegó el empate del Bicho.
Quilmes se fue con el sabor amargo de dos puntos perdidos en los últimos segundos, pero era evidente que esa hazaña iba a ser difícil mantenerla.
De todas maneras, el resultado tiene su lectura. Porque si Quilmes hubiese ganado, se habría hablado de hazaña y se habrían dejado de lado las lagunas de un equipo que todavía no llegó a ser tal, ya jugadas siete fechas del torneo.
Quedó flotando la gran duda: ¿tendrá fuerzas el técnico Hugo Tocalli para seguir o dará un paso al costado antes del partido con River?
Evidentemente, el futuro se abre muy oscuro para el equipo Cervecero, que no encuentra el rumbo y que volvió a dejar una pálida imagen, sobre todo en el primer tiempo en que volvió a jugar con un solo delantero, lo que prácticamente le quita posibilidades de crear situaciones.
Recién aparecieron las oportunidades cuando el equipo se quedó con 10, e incluso se puso en ventaja cuando tenía dos jugadores menos que su rival.
Así las cosas, quedó la sensación de que la búsqueda de Tocalli parece no tener respuesta, porque los jugadores -se sabe que cobran sueldos muy elevados en esta categoría- no logran redondear actuaciones al menos aceptables.
El equipo deambula por el torneo, la preocupación cunde por doquier y si no fuera por las características del segundo tiempo, esas críticas que aparecieron en la primera etapa hubiesen recrudecido. La hazaña del complemento tapó algo a los críticos, que tiran sus dardos hacia el técnico, los jugadores y los directivos Meiszner y Aníbal Fernández.
Cuando en la tribuna se comenta lo que perciben los futbolistas no se entiende cómo pueden rendir tan poco.
Ahora se viene River en el Monumental, donde es casi una proeza imaginar un resultado favorable, por el contrario, se piensa que si Tocalli no revierte las cosas a la brevedad, el Millonario puede ser el golpe nocaut para darle la responsabilidad a otro, aunque tampoco sorprendería que el técnico dijera que no tiene más fuerzaspara seguir y se buscara a otro.
Otra semana de preocupación, como han sido todas en primera, y como alguien dijo, no debe extrañar porque el proceso empezó mal trazado desde el principio.
No se entiende que el técnico haya traido 22 jugadores, avalado por los directivos, y que no se encuentre al menos respuestas que permitan alentar el optimismo.
Habrá que cambiar, mucho por cierto, dejar de lado la extrema mezquindad y empezar a jugar las cartas, porque de lo contrario el retorno a la división inferior será más rápido que lo habitual.
River será una buena prueba: o se pudre todo con una derrota Monumental o hay alguna leve mejoría, para lo cual el paciente más que nunca necesita un remedio contundente y no un paliativo.
Más allá de lo que pueda decirse del árbitro Loustau, hoy más que nunca Quilmes necesita mirarse en el espejo y hacer autocrítica profunda. No olvidar que después de Ríver será el tiempo del Arsenal de Alfaro, el Newell´s de Sensini en Rosario, el Velez de Gareca, el Banfield de Falcione... en fin, lo que viene será muy exigente, y el hincha se volverá cada vez más impaciente, con todo el estallido que la situación puede llevar a provocar.
En todo caso, aunque duela perder dos puntos en los últimos treinta segundos, quede como consuelo la necesidad de reflexionar profundamente sobre los pasos a seguir... porque, vale repetirlo, el domingo hay que ir de noche al Monumental, en un momento que puede ser fatal para el Decano del fútbol argentino.
¿QUE DIRA TOCALLI DE TODO ESTO, QUE DIRAN LOS DIRECTIVOS QUE LO TRAJERON Y ADMITIERON LA LLEGADA DE 22 FUTBOLISTAS, CON SUELDOS SIDERALES, ETCETERA...?¿HAY TIEMPO PARA REVERTIR LA SITUACION O SE TENDRA QUE PADECER UN MARTIRIO SEMEJANTE AL DEL TORNEO 91/92?

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