QUILMES: SE VIENE UNA SEMANA...

Con cuatro partidos jugados -dos empates 1 a 1 y dos derrotas, 2 a 0 ante Estudiantes y ayer 3 a 0 frente a Tigre- Quilmes todavía no ha entrado en sintonía con lo que significa jugar en Primera División, en todos los casos los rivales le han pasado factura de aquello de "bienvenido a la Divisional", sin escatimarle nada.
Precisamente, el técnico que se había quejado del fixture "favorable" que había recibido Quilmes en el principio, Ricardo Caruso Lombardi, seguramente haya sido el que más festejó el triunfo de su equipo, Tigre, ante el pálido Cervecero.
En todo caso, a las palabras hay que tomarlas con alfileres, cuando de fútbol se trata.
En el ejemplo Quilmes, esta derrota mueve y conmueve. Las declaraciones del técnico Hugo Tocalli tras la derrota de ayer son contundentes. Desde la hidalguía de asumir la responsabilidad porque "no salió nada de lo previsto" hasta la preocupación porque Tigre tiró 20 centros y ganó en 19 de ellos, se tiene una idea de la semana especial que va a vivir el Cervecero, antes de recibir el domingo 5 de setiembre a las 14.10 al Huracán del Chulo Rivoira.
El equipo quilmeño sintió la ausencia de su único delantero -Jota Morales-, autor de los dos únicos goles conquistados hasta ahora en el torneo. Su lugar lo ocupó Romeo, pero terminó siendo algo así como un llanero solitario en el desierto futbolístico de un elenco que paseó una triste figura por Victoria.
Tocalli debe comenzar a entender que el radical cambio de jugadores, más allá del tiempo, necesita realidades, que en este tramo del torneo se capitaliza en sumar puntos, porque si bien faltan 34 fechas -102 puntos, esto es, una eternidad- la sensación térmica comienza a alimentar las críticas.
Tendrá que empezar a cambiar para que algo cambie. Se dejaron afuera del equipo jugadores de la temporada anterior (Garnier, Cerro, Kalinski, Narvay, López, Gómez....) y se trajeron todos nombres, que por ahora, salvo excepciones, no han rendido. Incluso el hombre que más contribuyó al ascenso, el arquero Trípodi, genera discusiones, no por los goles que le hacen -ayer no tuvo nada que ver en los tres e incluso evitó una goleada mayor- sino porque su defensa muestra flaquezas alarmantes.
Como en el Juego de la Oca, después del avance de un casillero que pudo ser el empate ante el siempre difícil Lanús, ahora retrocedió dos o tres casilleros, con la necesidades de avanzar en la próxima jugada.
De aquí al domingo mucha agua va a correr por el puente. Habrá que seguir atentamente las tiras deportivas en las radios que siguen al Decano, desde Adrián Di Blasi junto a Rubén Durán y Sebastián Kerle, en la radio Q, hasta Carlos Doallo, Luciano Yaman y Gonzalito Figueroa en FM SUR (Gonzalo se anotó un porotazo al anunciar con bastante antelación que Jota Morales no iba a estar frente a Tigre, por lesión), sin dejar de atender lo que digan Roberto Gallo y Miguel Angel Pilón en Radio FAN.
Se sabía, se sabe, que la Primera Divisió no es moco de pavo, por más funcionario u hombre de poder esté ligado al club. A la hora del juego, los que deciden son los futbolistas, por supuesto con la cuota de responsabilidad que le cabe al técnico que los ha elegido. Todo lo demás hace al folklore del fútbol. Y han de ser jugadores, cuerpo técnico, por qué no dirigentes, los que tendrán que hacer frente a este momento y llevar a la gente, la que va a todos lados y sobre todo, acompaña en casa, la tranquilidad necesaria de que si se piensa en un proceso a largo plazo, se cuenta con el respaldo necesario para no ser sacudidos ante un golpe como el de ayer. Por supuest, habrá muchos más, incluso más duros, lo importante será tener respuestas ante cada cimbronazo.
Se viene Huracán, y de Quilmes depende poder transformarlo en una brisa favorable.

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