Al final, Quilmes perdió con justicia con Estudiantes 2 a 0, con goles del Chapu Braña y de Rodrigo López, de penal.
El Cervecero aguantó como pudo ante un equipo con jerarquía internacional y que sin duda cuenta con uno de los mejores planteles del fútbol argentino.
Cuando parecía que el resultado no se quebraba, llegó ese pase profundo de Verón a Rodrigo López, que aprovechó la pifia de un defensor cervecero y con el pase atrás, finalmente definió nada menos que el Chapu Braña, que por supuesto no lo festejó por su pasado quilmeño.
Abierto el partido, llegó el segundo por una falta de Broggi. El árbitro cobró penal y Rodrigo López anotó.
Quedó la sensación de bronca porque Quilmes supo mantener el resultado ante un rival, que no encontraba el camino para quebrar al arquero Trípodi, que tuvo una gran actuación.
El próximo sábado el rival será Lanús en el Centenario y habrá que buscar la victoria para lograr los tres primeros puntos juntos.
Lógicamente, una cosa es la televisión y otra, estar en el estadio. De todas maneras, el saldo es positivo, más allá del dolor de la derrota.
El Cervecero aguantó como pudo ante un equipo con jerarquía internacional y que sin duda cuenta con uno de los mejores planteles del fútbol argentino.
Cuando parecía que el resultado no se quebraba, llegó ese pase profundo de Verón a Rodrigo López, que aprovechó la pifia de un defensor cervecero y con el pase atrás, finalmente definió nada menos que el Chapu Braña, que por supuesto no lo festejó por su pasado quilmeño.
Abierto el partido, llegó el segundo por una falta de Broggi. El árbitro cobró penal y Rodrigo López anotó.
Quedó la sensación de bronca porque Quilmes supo mantener el resultado ante un rival, que no encontraba el camino para quebrar al arquero Trípodi, que tuvo una gran actuación.
El próximo sábado el rival será Lanús en el Centenario y habrá que buscar la victoria para lograr los tres primeros puntos juntos.
Lógicamente, una cosa es la televisión y otra, estar en el estadio. De todas maneras, el saldo es positivo, más allá del dolor de la derrota.
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