EL DIA DESPUES

Atrás quedó Estudiantes, el sábado llega Lanús. La amargura de la derrota rápidamente debe dejar paso a las expectativas por el choque contra otro equipo armado, como es este Granate, que viene de empatar con N.O.Boys y que en la primera fecha venció a Arsenal en Sarandí.
No será fácil contienda, como todos los compromisos que deberá afrontar este equipo en formación que tiene el Cervecero, pero el técnico Hugo Tocalli tendrá que encarar el armado, con otra fisonomía, no sólo por la ausencia del lateral Broggi, por expulsión, sino por la necesidad de ser más ofensivo y parecerse más al elenco que enfrentó a Colón que el jugó con Estudiantes.
Evidentemente, Estudiantes tiene todos los atributos para facturar en cualquier momento y si el planteo es sumamente conservador, como ocurrió esta vez, siempre está latente la posibilidad de la derrota, porque el rival podrá tropezar con los obstáculos que se le ponen, pero cuando ve un espacio para aprovechar el error, seguramente la va a aprovechar, como ocurrió en el gol del Chapu Braña. Curiosas paradojas del destino.
Quilmes pudo aguantar a Estudiantes en el primer tiempo, con una soberbia actuación de Trípodi. No pasaba demasiados sobresaltos en el segundo, aunque siempre el Pincha era el que proponía. Y cuando parecía que el cotejo se sellaba con el empate sin goles, llegó la justeza de Verón, la falla defensiva quilmeña, el oficio de Rodrigo López para que finalmente el otro Rodrigo colocara el balón lejos de Trípodi, besando el poste para adentro.
De ahí en más, todo el esquema defensivo se desmoronó porque Quilmes no estaba planteado para complicar al equipo de Sabella, pese a que terminó con dos delanteros, como el solitario Juan José Morales y sobre el final, el experimentado Romeo, que tuvo un cabezazo a las manos de Orión.
Quilmes sabía que era un partido perdible, como finalmente ocurrió. Hizo su papel con dignidad pero dejó la sensación de que será muy difícil ser tan defensivo como para suponer que se puede rescatar un puntos. En todo caso, habrá que empezar a pensar más en el arco rival que en el propio, sin descuidarse pero entendiendo, al menos de local, que no se pueden resignar puntos.
En todo caso, en este equipo en formación, Lanús será una gran prueba para ver cómo se le complica la vida al rival.
Ah! ... Si Caruso Lombardi entendía que Quilmes tenía un fixture fácil de entrada, se equivocó bastante. Porque la realidad muestra que las cosas son totalmente diferentes, por más Meiszner, Aníbal Fernández o quien sea que estén detrás del Decano del fútbol argentino.

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