RIUS, EL CANTOR POP LATINO

El Complejo Cultural Mariano Moreno, de Bernal, se recibió de fiesta para recibir al primer cantante pop latino del país y de Latinoamérica, Juan Carlos Rius, quien lo hizo junto a su esposa, y también cantante, Carola Nadal.
La velada fue intensa, ante una importante concurrencia de público, que aplaudió a los artistas y terminó brindando por un futuro promisorio.
Rius, finalista del programa de Telefé, Talento Argentino 2008, es un tenor de excelente voz, quien se ha decidido a iniciar una carrera que promete ser exitosa, porque cuenta con una voz cálida, muy profunda y que es capaz de transitar lo lírico, lo melódico y lo popular con singular jerarquía.
Junto a él se presentó su esposa, Carola Nadal, una rosarina que dejó su ciudad natal para afincarse en Monte Grande -la tierra de su marido- no sólo para encontrar y formar una familiar sino para unir dos destinos aliados con el maravilloso mundo de la música.
Juntos somos más, se dijeron, y con el impulso del productor y periodista Juan Carlos Altamirano, han concretado un CD, que seguramente tendrá mucha repercusión entre quienes, por el boca a boca y por la difusión, se decidan a adquirirlo, y vayan motivando a otros para que hagan lo mismo.
Evidentemente, la carrera del artista no es fácil, requiere de mucho esfuerzo, sacrificio, voluntad, fundamentalmente aquello de ir siempre para adelante con el único arma posible, la condición artística.
Juan Carlos recorrió un repertorio lírico, con arias de ópera muy conocidas, también incursionó en el mundo del tango y en un temario que él mismo pergeñó, donde la emoción, el sentimiento, el amor por la música tuvieron un lugar preponderante.
En tanto, Carola, intérprete y actriz, desarrolló su talento con el tango, homenajeando a figuras emblemáticas de la música del 2x4, como Tita Merello, pero también ofreció su sentimiento y su particular versión del leit motiv de la obra Evita, con el tema universal de No llores por mí, Argentina.
Haciendo sentidos duetos, la pareja también mostró lo suyo, para que el público estallara en vibrantes aplausos para rubricar cada interpretación.
El final fue el brindis en familia -presentaron a los hijos, los míos, los tuyos y los nuestros como definieron- con la pequeña Marlene, Pablo, Laura e Iván. Qué mejor que esa imagen familiar del final para sintetizar el espíritu artístico de una pareja que con el tiempo dará que hablar, en la medida que vaya recorriendo escenarios.
Quedó flotando en el ambiente de la Moreno una linda sensación. Como suele decir Enrique Pinti, pasan los gobiernos... quedan los artistas.
El amor por la música también lo manifiestan en la academia que tienen en Monte Grande, donde brindan sus conocimientos para que sus alumnos -algunos estuvieron en Bernal- puedan aprender aquello que ellos están en condiciones de trasmitir.
Vaya entonces desde este blog el profundo deseo de felicidad y buen camino en esta maravillosa senda de la música que han emprendido.

Comentarios