Con sufrimiento, al mejor estilo del mundo Quilmes, el Decano del fútbol argentino volvió a primera división, después del empate sin goles con Belgrano de Córdoba.
No fue un gran encuentro, en todo caso Quilmes buscó a su manera y se encontró con un Belgrano, que finalmente no apareció con demasiadas luces o intenciones para amargarle el sueño al Cervecero.
Y si bien Quilmes tuvo alguna que otra ocasión en el primer tiempo -sobre todo el tiro de Garnier en el travesaño- en el segundo todo fue muy opaco, con escasas ideas y con el juego encerrado en el medio, prácticamente sin peligro para ambas vallas. Belgrano sólo apareció con un cabezazo en el primer tiempo y un remate que salvó Trípodi en el segundo.
En todo caso, Quilmes sabia que alcanzaba con el empate y lo mantuvo, con la gente como gran protagonista de la tarde, que en un número superior a las 25 mil personas llenó el estadio Centenario.
Quilmes es de Primera, el gran sueño desde que empezó el certamen allá lejos y hace tiempo, con aquel primer empate sin goles con Boca Unidos -curiosamente terminó con el objetivo con el mismo resultado de la primera fecha- se alcanzó para la gran alegría de la masa Cervecera, que festejó largamente en la ciudad, en la sede, en puntos claves como Rivadavia peatonal.
El Cervecero cerró el torneo con 64 puntos y junto a Olimpo jugarán en primera desde agosto.
La meta se consiguió con mucho esfuerzo, con hechos importantes como triunfos en el interior, y con algunas irregularidades que complicaron las últimas fechas.
Curiosamente, el Decano terminó el torneo con seis fechas sin triunfos -cinco empates y una derrota- y sin embargo, los que lo seguían no lo pudieron alcanzar. Eso sirve como dato para echar por tierra todas esas sospechas que se echaron a rodar, con aquello de los arreglos o de la sentencia del ascenso, como lo señaló el periodista Anello.
En todo caso, ese supuesto "arreglo" se hizo con mucha picardía y con mucho suspenso, porque vale repetir que Quilmes sacó apenas 5 puntos de los últimos 18, y los que venían atrás no lo alcanzaron.
Lógicamente, de ahora en más habrá que poner la pelota contra el piso y encarar las cosas con criterio e inteligencia, para buscar el objetivo en Primera, que de entrada debe ser "la permanencia".
En ese sentido, habrá que formar un equipo competitivo y que esté en condiciones de lograr los 50 puntos necesarios -dos torneos de 25- para quedarse en la categoría superior en su primera participación, en esta nueva etapa.
Habrá que ver qué ocurre con el cuerpo técnico, Jorge Ghiso y compañía, porque, evidentemente, en primera habrá que corregir un sinnúmero de cuestiones que en el Nacional B fueron déficit, entre ellas, la estrategia, el trabajo con pelota parada, la pretemporada, la formación del plantel, etcétera.
Queda como saldo a favor de este equipo que ascendió, la posibilidad de haber integrado en el plantel superior un grupo de chicos de la cantera, algo que es para destacar. Baste citar a Corvalán, Quiles, Kalinski, Damián Gómez, Agorreca, Cerro, Narvay, como representantes de esas inferiores.
En todo caso, manteniendo a estos chicos, con visión de futuro, en Primera habrá que incorporar elementos importantes en la columna vertebral de todo equipo, y habrá que esperar mantener la experiencia de un arquero como Trípodi -la gran fitura de este equipo a lo largo del torneo-, el zaguero Riboneto, el delantero Sava, el volante Caneo, etcétera.
Hoy es tiempo de celebración, mañana mismo será el tiempo del armado para exponer en Primera lo mejor dentro de lo posible. Fundamentalmente, se trata de superar en la primera participación el síndrome del ascendido, siempre candidato al descenso (vaya como ejemplo que los ascendidos Atlético Tucumán y Chacarita terminaron descendiendo).
Ojalá que este logro sirva para unir aún más a la familia Cervecera, porque en Primera, como en ninguna categoría, es fundamental el ensamble de todas las patas de la mesa -directivos, jugadores, cuerpo técnico, hinchas- para trascender.
Los antecedentes
Este es el octavo ascenso de Quilmes a primera división: el primero en 1949, con un equipo que los viejos hinchas recuerdan con mucha emoción, luego en 1961, en 1965, en 1975 -un conjunto con una campaña récord-, en 1981, en 1990/91, en el 2002/3 y el de hoy.
Siempre el retorno a la categoría fue con mucho esfuerzo, salvo excepciones, y en los últimos esta condición se dio con mayor intensidad.
Quizás este ascenso que se coronó hoy haya sido de uno de los más duros, porque el equipo tuvo buenos momentos y de los otros, y lamentablemente, en las últimas fechas sufrió el bajón, que dejó preocupados a todos los hinchas, e incluso, se alcanzó recién en esta última fecha.
De todas maneras, con tantos problemas, el objetivo se alcanzó.
No hay que olvidar que en la primera rueda, con 31 puntos, lo echaron al técnico José María Bianco, y llegó Jorge Ghiso, con la obligación de sumar más puntos que el anterior, por lo menos para justificar la decisión.
El presidente Coloma fue el estandarte del ascenso, porque en el peor momento, cuando la etapa Ghiso mostraba sombras -hasta se habló de echarlo antes de la penúltima fecha- se encargó de sostener la necesidad de llegar al objetivo todos juntos, y recién después empezar a hacer evaluaciones o tomar decisiones. El tiempo le dio la razón ... ahora habrá que encarar el futuro y tomar esas decisiones, donde incluso hasta se duda de la continuidad del técnico. No debe olvidarse que éste es un año electoral en Quilmes -los comicios serían en octubre- y éste es un dato no menor.
Más allá de todo, la realidad, que es la única verdad, dice que Quilmes vuelve a la categoría superior. Algo que se festeja largo y tendido.... Mañana será el tiempo para encarar el Operativo Primera División, con el objetivo de quedarse por muchos años.
No fue un gran encuentro, en todo caso Quilmes buscó a su manera y se encontró con un Belgrano, que finalmente no apareció con demasiadas luces o intenciones para amargarle el sueño al Cervecero.
Y si bien Quilmes tuvo alguna que otra ocasión en el primer tiempo -sobre todo el tiro de Garnier en el travesaño- en el segundo todo fue muy opaco, con escasas ideas y con el juego encerrado en el medio, prácticamente sin peligro para ambas vallas. Belgrano sólo apareció con un cabezazo en el primer tiempo y un remate que salvó Trípodi en el segundo.
En todo caso, Quilmes sabia que alcanzaba con el empate y lo mantuvo, con la gente como gran protagonista de la tarde, que en un número superior a las 25 mil personas llenó el estadio Centenario.
Quilmes es de Primera, el gran sueño desde que empezó el certamen allá lejos y hace tiempo, con aquel primer empate sin goles con Boca Unidos -curiosamente terminó con el objetivo con el mismo resultado de la primera fecha- se alcanzó para la gran alegría de la masa Cervecera, que festejó largamente en la ciudad, en la sede, en puntos claves como Rivadavia peatonal.
El Cervecero cerró el torneo con 64 puntos y junto a Olimpo jugarán en primera desde agosto.
La meta se consiguió con mucho esfuerzo, con hechos importantes como triunfos en el interior, y con algunas irregularidades que complicaron las últimas fechas.
Curiosamente, el Decano terminó el torneo con seis fechas sin triunfos -cinco empates y una derrota- y sin embargo, los que lo seguían no lo pudieron alcanzar. Eso sirve como dato para echar por tierra todas esas sospechas que se echaron a rodar, con aquello de los arreglos o de la sentencia del ascenso, como lo señaló el periodista Anello.
En todo caso, ese supuesto "arreglo" se hizo con mucha picardía y con mucho suspenso, porque vale repetir que Quilmes sacó apenas 5 puntos de los últimos 18, y los que venían atrás no lo alcanzaron.
Lógicamente, de ahora en más habrá que poner la pelota contra el piso y encarar las cosas con criterio e inteligencia, para buscar el objetivo en Primera, que de entrada debe ser "la permanencia".
En ese sentido, habrá que formar un equipo competitivo y que esté en condiciones de lograr los 50 puntos necesarios -dos torneos de 25- para quedarse en la categoría superior en su primera participación, en esta nueva etapa.
Habrá que ver qué ocurre con el cuerpo técnico, Jorge Ghiso y compañía, porque, evidentemente, en primera habrá que corregir un sinnúmero de cuestiones que en el Nacional B fueron déficit, entre ellas, la estrategia, el trabajo con pelota parada, la pretemporada, la formación del plantel, etcétera.
Queda como saldo a favor de este equipo que ascendió, la posibilidad de haber integrado en el plantel superior un grupo de chicos de la cantera, algo que es para destacar. Baste citar a Corvalán, Quiles, Kalinski, Damián Gómez, Agorreca, Cerro, Narvay, como representantes de esas inferiores.
En todo caso, manteniendo a estos chicos, con visión de futuro, en Primera habrá que incorporar elementos importantes en la columna vertebral de todo equipo, y habrá que esperar mantener la experiencia de un arquero como Trípodi -la gran fitura de este equipo a lo largo del torneo-, el zaguero Riboneto, el delantero Sava, el volante Caneo, etcétera.
Hoy es tiempo de celebración, mañana mismo será el tiempo del armado para exponer en Primera lo mejor dentro de lo posible. Fundamentalmente, se trata de superar en la primera participación el síndrome del ascendido, siempre candidato al descenso (vaya como ejemplo que los ascendidos Atlético Tucumán y Chacarita terminaron descendiendo).
Ojalá que este logro sirva para unir aún más a la familia Cervecera, porque en Primera, como en ninguna categoría, es fundamental el ensamble de todas las patas de la mesa -directivos, jugadores, cuerpo técnico, hinchas- para trascender.
Los antecedentes
Este es el octavo ascenso de Quilmes a primera división: el primero en 1949, con un equipo que los viejos hinchas recuerdan con mucha emoción, luego en 1961, en 1965, en 1975 -un conjunto con una campaña récord-, en 1981, en 1990/91, en el 2002/3 y el de hoy.
Siempre el retorno a la categoría fue con mucho esfuerzo, salvo excepciones, y en los últimos esta condición se dio con mayor intensidad.
Quizás este ascenso que se coronó hoy haya sido de uno de los más duros, porque el equipo tuvo buenos momentos y de los otros, y lamentablemente, en las últimas fechas sufrió el bajón, que dejó preocupados a todos los hinchas, e incluso, se alcanzó recién en esta última fecha.
De todas maneras, con tantos problemas, el objetivo se alcanzó.
No hay que olvidar que en la primera rueda, con 31 puntos, lo echaron al técnico José María Bianco, y llegó Jorge Ghiso, con la obligación de sumar más puntos que el anterior, por lo menos para justificar la decisión.
El presidente Coloma fue el estandarte del ascenso, porque en el peor momento, cuando la etapa Ghiso mostraba sombras -hasta se habló de echarlo antes de la penúltima fecha- se encargó de sostener la necesidad de llegar al objetivo todos juntos, y recién después empezar a hacer evaluaciones o tomar decisiones. El tiempo le dio la razón ... ahora habrá que encarar el futuro y tomar esas decisiones, donde incluso hasta se duda de la continuidad del técnico. No debe olvidarse que éste es un año electoral en Quilmes -los comicios serían en octubre- y éste es un dato no menor.
Más allá de todo, la realidad, que es la única verdad, dice que Quilmes vuelve a la categoría superior. Algo que se festeja largo y tendido.... Mañana será el tiempo para encarar el Operativo Primera División, con el objetivo de quedarse por muchos años.
Comentarios