MISCELANEAS CERVECERAS

El día después del ascenso, en Quilmes todavía se vive la emoción de la fiesta que generó el retorno a primera división.
El Cervecero se convirtió en el club que más ascensos a primera logró en la historia -ocho- y mientras comienza a desandar el camino para pensar en el equipo que tendrá que afrontar la aventura de mantenerse, vale la pena escribir algunas pinceladas de lo que dejó la jornada de ayer.
En la tribuna popular, donde había una multitud como nunca, la emoción desbordó en el momento en el que Pablo Lunati dio el pitazo final.
Un pibe, de unos diez años, lo miraba al padre y le decía con su inocencia: !Papá... papá, está llorando!
Sin duda, esta imagen era la síntesis de lo que vivía la multitud. Los cánticos, los saltos, los jugadores prácticamente desprovistos de sus ropas, el uruguayo Rodríguez con la bandera oriental en su pecho, el abrazo interminable del presidente Carlos Coloma con Juan Carlos Garbaccio, la sonrisa del psicólogo Facundo Sava -anunció que el 28 de mayo presenta su libro Los colores del fútbol- la tranquilidad de Jorge Ghiso (¿seguirá?), en fin, por doquier todo era alegría.
El clima se trasladó a las interminables caravanas que se formaron desde el Estadio Centenario hasta Rivadavia peatonal, luego la sede, también por la noche se anunciaba la cena de los futbolistas en Docker...
Atras quedaba un torneo prácticamente interminable, con 38 fechas increíbles, con Quilmes que había terminado la primera rueda con 31 puntos, bastante lejos del líder San Martín de San Juan, y una segunda rueda, con nuevo cuerpo técnico, y los 64 puntos que decretaron el ansiado ascenso.
En el medio pasó de todo, incluso las denuncias del periodista Anello, en el sentido de que estaba todo arreglado para el ascenso Cervecero. Quilmes, desde ese momento, pareció decidido a desmentirlo, con un bajón muy importante, a tal punto que en las últimas seis fechas, empató 5 y perdió la restante con Ferro en el Centenario, es decir, dejó en el camino 13 puntos sobre 18. En todo caso, los que lo seguían no parecieron tomar dato de esa situación, porque pese a todo ninguno lo alcanzó.
Incluso el gallardo líder sanjuanino de la primera rueda, se cayó estrepitosamente y terminó incluso lejos de la posibilidad de la Promoción.
Quilmes fue un equipo irregular, que nunca alcanzó el ideal de equipo, que sufrió bajas por lesiones y expusiones o bajos rendimientos, con cambios constantes, y el técnico Ghiso ensayando distintas variantes en cada presentación.
De todas maneras quedó como saldo que el partido del ascenso lo jugó con un buen porcentaje de futbolistas nacidos de la cantera: como Quiles, Corvalán, Agorreca, Kalinski, Cerro, Damián Gómez, junto a la experiencia de Trípodi -el mejor arquero de la categoría- Ribonetto, Caneo, Garnier, Meza Sánchez. Este ensamble, con poco volumen de juego, de todas maneras sirvió para alcanzar el gran logro. El tiempo dirá el destino de estos futbolistas, aunque se supone que habrá que mover bastante las fichas porque primera división es otra historia y para mantenerse es necesario presentar un conjunto competitivo, en un torneo superior que cada vez es más complicado y exigente.
Cada ascenso de Quilmes tuvo su cuota de interés. El del 49, se caracterizó por un equipo sensación, con Pedro Dellacha, Paraja, Montes, Cerioni, Baldovinos, Pirula Santiago, entre otros.
El ascenso del 75, quizás, fue el más destacado, con una campaña soberbia, con canchas llenas en la etapa en que se podía concurrir de visitante. Un equipo que dirigía el Colorado D´Accorso y que tenía figuras como el indio Gómez, Tocalli, Mainonis, Carranza.
El equipo que ascendió el 1 de junio de 1991, al derrotar a Almirante Brown con gol de tiro libre de Gómez, se conformó por muchos jugadores de las inferiores, como Mulet, el gallego Rodríguez, Escalante, también el goleador Marcelo Ruffini y otros.
El penúltimo ascenso fue con el equipo de Gustavo Julio Alfaro, con aquellas finales ante Argentinos Juniors -1 a 0 en Quilmes con gol de Alayes y empate sin goles en cancha de Ferro- y ahora se sumó el de ayer, también con un cero a cero en la última fecha. Con muchos jugadores de inferiores, algo de experiencia y mucho esfuerzo. De todas maneras, no hay que olvidar que en esta segunda rueda el equipo obtuvo logros muy importantes, como victorias en Jujuy, San Juan, Córdoba (ante Instituto).
El relator Adrián Di Blasi sostuvo que este ascenso han convertido al Cervecero en Gigante, porque lo logró contra todo y contra todos, con todos los rumores de arreglo dando vuelta, la influencia de José Luis Meiszner, el número dos de AFA, y de Aníbal Fernández, el jefe de gabinete, los dos muy identificados con el Cervecero. Di Blasi aseguró que sólo la gente de Quilmes quería el ascenso, y que todos los demás, hinchas, dirigentes, futbolistas, periodistas, estaban en contra.
Quizás haya sido una expresión exagerada de ADB, aunque algo de eso había desde que Anello lanzó su denuncia, junto a las expresiones del dirigente de Independiente Rivadavia de Mendoza, Julio Vila, hombre fuerte del canal América (recordemos la pelea con Meiszner en el Centenario).
Quilmes debió luchar contra todo y salió airoso, aunque llegó al final bastante afectado, con muchas limitaciones y con un plantel diezmado después de tanto esfuerzo, sin embargo le alcanzó, y en todo caso, vale repetirlo, qué culpa tiene Quilmes de que los demás no hayan aprovechado el quedo de las últimas fechas.
Por último, hoy se observaron pasacalles en la ciudad, por ejemplo en Zapiola y Andrés Baranda y en Zapiola y Vicente López, que decían: Volvimos, Gracias Presidente Coloma. Un reconocimiento al hombre que se puso el club al hombro en un momento difícil, cuando la preocupación cundía por el ascenso, y le dio el impulso necesario para que finalmente se lograra.

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