Laboriosa, esforzada, muy luchada, la victoria de Quilmes sobre Defensa por 2 a 1 sirvió para mantener al Cervecero al frente de la tabla del Nacional B, con tres puntos de ventaja sobre San Martín de San Juan y Olimpo, y cuatro sobre Instituto (debe visitar el lunes a Atlético Rafaela).
Quilmes tuvo que dar vuelta el resultado, en un partido que le fue adverso en el primer tiempo, donde el Cervecero no le encontró la vuelta y sufrió más de la cuenta. No sólo terminó perdiendo por 1 a 0 -con el gol de Pérez- sino que dio demasiadas ventajas en defensa, que no supo aprovechar el Halcón para terminar la etapa con una diferencia mayor.
Se sabe que los goles que se pierden en el arco contrario terminan sufriéndose en el propio. Quilmes lo supo capitalizar en el complemento, con el ingreso de Martínez por el inseguro Quiles.
Narvay tuvo mayor compañía, mejoró la gestión de López y entonces el equipo de Jorge Ghiso contó con mayor volumen de juego. Cabe recordar que Defensa se quedó con 10 en la primera etapa por las reiteradas protestas de Juan Martín, y eso a la larga favoreció al Decano.
Se fue Quilmes a buscar la igualdad y la alcanzó con un golazo de Narvay, pero no se conformó con ello -luego fue sustituido por Carrasco- y precisamente pudo concretar la victoria vía Carrasco. Antes había ingresado Cardozo por Battaglia.
La hinchada quilmeña terminó con una sonrisa, aunque por muchos momentos del partido tuvo una mueca porque el equipo no alcanzaba a conformar una buena actuación, y eso le dificultaba la posibilidad de dar vuelta el resultado, lo que finalmente logró con esa importante mejoría del segundo tiempo y los cambios que hizo Ghiso, que le dieron sus frutos.
Faltan ocho fechas -cuatro de local y cuatro de visitante- y el sueño del ascenso está vigente. El próximo rival será Unión en la siempre difícil cancha de los tatengues, el viernes, más tarde, de local jugará el miércoles 14 con Tiro Federal.
Hoy hubo mucha gente acompañando al Cervecero, y al final el grito de "vamos a volver, vamos a volver" resonó en el ámbito del Centenario. Por supuesto, muchos pidieron que la próxima vez no sea con tanto sufrimiento, aunque si para gozar hay que sufrir, bienvenido el sufrimiento.
PD: Clásico o no, sin duda Defensa lo jugó como tal y lo disfrutó en la primera etapa. No lo cerró, protestó demasiado y se quedó sin su goleador. En la segunda etapa, Quilmes le tiró encima la historia, el hombre de más y los cambios del técnico, como para justificar la posibilidad de dar vuelta el resultado y seguir pensando que el sueño de primera es posible.
Por supuesto, habrá que estar preparados para los recambios, porque a la falta de Caneo, lesionado -su ausencia se notó bastante, sobre todo en el primer tiempo- ahora se suma el Colorado Sava, quien aparentemente tiene para un mes fuera del equipo.
El técnico deberá buscar variantes porque estas últimas ocho fechas seguirán dejando "soldados en el camino", pues no debe olvidarse que serán ocho partidos en 32 días, es decir, uno cada cuatro días. !Qué tal!
Quilmes tuvo que dar vuelta el resultado, en un partido que le fue adverso en el primer tiempo, donde el Cervecero no le encontró la vuelta y sufrió más de la cuenta. No sólo terminó perdiendo por 1 a 0 -con el gol de Pérez- sino que dio demasiadas ventajas en defensa, que no supo aprovechar el Halcón para terminar la etapa con una diferencia mayor.
Se sabe que los goles que se pierden en el arco contrario terminan sufriéndose en el propio. Quilmes lo supo capitalizar en el complemento, con el ingreso de Martínez por el inseguro Quiles.
Narvay tuvo mayor compañía, mejoró la gestión de López y entonces el equipo de Jorge Ghiso contó con mayor volumen de juego. Cabe recordar que Defensa se quedó con 10 en la primera etapa por las reiteradas protestas de Juan Martín, y eso a la larga favoreció al Decano.
Se fue Quilmes a buscar la igualdad y la alcanzó con un golazo de Narvay, pero no se conformó con ello -luego fue sustituido por Carrasco- y precisamente pudo concretar la victoria vía Carrasco. Antes había ingresado Cardozo por Battaglia.
La hinchada quilmeña terminó con una sonrisa, aunque por muchos momentos del partido tuvo una mueca porque el equipo no alcanzaba a conformar una buena actuación, y eso le dificultaba la posibilidad de dar vuelta el resultado, lo que finalmente logró con esa importante mejoría del segundo tiempo y los cambios que hizo Ghiso, que le dieron sus frutos.
Faltan ocho fechas -cuatro de local y cuatro de visitante- y el sueño del ascenso está vigente. El próximo rival será Unión en la siempre difícil cancha de los tatengues, el viernes, más tarde, de local jugará el miércoles 14 con Tiro Federal.
Hoy hubo mucha gente acompañando al Cervecero, y al final el grito de "vamos a volver, vamos a volver" resonó en el ámbito del Centenario. Por supuesto, muchos pidieron que la próxima vez no sea con tanto sufrimiento, aunque si para gozar hay que sufrir, bienvenido el sufrimiento.
PD: Clásico o no, sin duda Defensa lo jugó como tal y lo disfrutó en la primera etapa. No lo cerró, protestó demasiado y se quedó sin su goleador. En la segunda etapa, Quilmes le tiró encima la historia, el hombre de más y los cambios del técnico, como para justificar la posibilidad de dar vuelta el resultado y seguir pensando que el sueño de primera es posible.
Por supuesto, habrá que estar preparados para los recambios, porque a la falta de Caneo, lesionado -su ausencia se notó bastante, sobre todo en el primer tiempo- ahora se suma el Colorado Sava, quien aparentemente tiene para un mes fuera del equipo.
El técnico deberá buscar variantes porque estas últimas ocho fechas seguirán dejando "soldados en el camino", pues no debe olvidarse que serán ocho partidos en 32 días, es decir, uno cada cuatro días. !Qué tal!
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