QAC: HABIA QUE GANAR...

Después de un 4 a 0 en contra, las pintadas contra los jugadores y la agresión al coche del técnico Jorge Ghiso, este encuentro con el siempre difícil Deportivo Merlo aparecía como un gran desafío.
Y no pasaba el desenlace por la jerarquía del rival, sino por la necesidad de borrar el papelón en Corrientes (Boca Unidos se despachó contra el Cervecero y ayer volvió a la normalidad, perdiendo con Rafaela en cancha de Atlético).
Quilmes volvió a la victoria y por ahora respira algo tranquilo, no demasiado porque no fue una buena actuación cervecera, aunque no se discute el triunfo. El Cervecero ganó con los goles de Diego Cardozo, a los 65 y 91 minutos.
Desde el comienzo el local buscó la victoria, que recién pudo capitalizar en el complemento. En la primera etapa todo fue muy opaco, con escasas situaciones en ambos arcos.
El ingreso de Cardozo en la segunda etapa fue un acierto del técnico, ya que fue quien concretó los dos goles del local.
Sin lucir, con mucho esfuerzo, en una tarde muy tórrida, con humedad y muchas adversidades, el equipo de Ghiso se recuperó, y por lo menos sumó tres puntos para ingresar en la senda de la tranquilidad, que se había perdido.
Lógicamente, el árbol no debe tapar el bosque. Quilmes necesita mejorar muchísimo, sobre todo en defensa, donde por momentos cunde el desconcierto.
En el lado positivo, debe destacarse la llegada de Miguel Caneo, un jugador distinto, que le puede aportar la cuota de fútbol que el equipo necesitaba. Debe ponerse bien físicamente, porque terminó extenuado y por momentos no podía levantar las piernas. Lo mismo puede decirse de Garnier, otro que terminó fundido y prácticamente no podía correr en los últimos minutos.
Ahora se lesionó Lentini, una ausencia que seguramente ha de pesar.
El chico Romat, que ingresó promediando el segundo tiempo por Martínez, tuvo que superar el shock, llámense nervios del debut -parecía un novio a punto de casarse- y culminó tomando algo de seguridad, pero por momentos, con el desconcierto que todavía muestra una defensa que no termina de acomodarse, se dejó llevar por esa confusión, quedando en el umbral del penal, que felizmente no cometió.
Ghiso sabe que ahora llegan dos compromisos de visitante, los que más duelen, por lo que le cuesta al Cervecero sumar afuera (máxime con el antecedente del viaje a Corrientes). El sábado visita a Aldosivi, en Mar del Plata y en la fecha siguiente vuelve a jugar afuera, nada menos que con Gimnasia en Jujuy. Dos pruebas de fuego para saber qué puede ser del destino del QAC en el torneo. Siempre sirve sumar, para que no se escapen los demás. Esta vez había que ganar, se ganó y entonces se mira el futuro con otro rostro, claro lo que viene ahora va a ser tremendamente difícil. Habrá que ver si Ghiso y los futbolistas se dejan llevar por el envión anímico de esta victoria, y se ponen las pilas para cargarse buenos resultados en estos seis puntos a jugarse en La Feliz y en Jujuy.

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