Acaba de fallecer Caludio Roberto Buffevant y la Junta de Estudios Históricos de Berazategui envió este recordatorio.
Claudio nació el 30 de octubre de 1922, fue el menor de cinco hijos. Perdió a su padre a los 8 años. Cursó estudios primarios en la Escuela Nro. 2 de Quilmes, actual Nro. 5 de Berazategui.
De pibe acompañaba a su tío Martín Bassaber a llevar las mercaderías del almacén familiar a la costa de Berazategui hasta la de Pereyra. Conoció como pocos a ese Berazategui que ya no existe, a los personajes de sus cuentos, al polaco de las pesquerías, al vasco tambero, al turquito mercachifle, al criollo pescador del río, a los bolicheros de los distintos bares del pueblo, al político ladino, etcétera.
A los 18 años entró a trabajar en Rigolleau, de la que se retiró en 1957, para trabajar por su cuenta para la misma empresa.
Conoció a Carmen Ortiz, una quilmeña de nacimiento y berazateguense de corazón, con la cual se casó y tuvo dos hijos, Isabel y Julio César.
Los cuentos
En el cuento El jubilado describe con ironía los padecimientos de los que conforman la tercera edad. Otro cuento muy querido fue La barrera, donde relata su vida desde 1872 a la actualidad, pasando por las máquinas de vapor, los vagones cargados de frutas de Río Negro, las noches de niebla, los viajeros a la ciudad de La Plata, el día de la autonomía y su retorno, el festejo esperado por la lucha de doce años.
Claudio nació el 30 de octubre de 1922, fue el menor de cinco hijos. Perdió a su padre a los 8 años. Cursó estudios primarios en la Escuela Nro. 2 de Quilmes, actual Nro. 5 de Berazategui.
De pibe acompañaba a su tío Martín Bassaber a llevar las mercaderías del almacén familiar a la costa de Berazategui hasta la de Pereyra. Conoció como pocos a ese Berazategui que ya no existe, a los personajes de sus cuentos, al polaco de las pesquerías, al vasco tambero, al turquito mercachifle, al criollo pescador del río, a los bolicheros de los distintos bares del pueblo, al político ladino, etcétera.
A los 18 años entró a trabajar en Rigolleau, de la que se retiró en 1957, para trabajar por su cuenta para la misma empresa.
Conoció a Carmen Ortiz, una quilmeña de nacimiento y berazateguense de corazón, con la cual se casó y tuvo dos hijos, Isabel y Julio César.
Los cuentos
En el cuento El jubilado describe con ironía los padecimientos de los que conforman la tercera edad. Otro cuento muy querido fue La barrera, donde relata su vida desde 1872 a la actualidad, pasando por las máquinas de vapor, los vagones cargados de frutas de Río Negro, las noches de niebla, los viajeros a la ciudad de La Plata, el día de la autonomía y su retorno, el festejo esperado por la lucha de doce años.
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