CONSEJOS DE UN PADRE

H. Jackson Brown es un publicista y escritor norteamericano, famoso por sus libros de motivación personal. Es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo, que le escribió estos simples consejos cuando se iba a estudiar a la Universidad, lejos de casa.
CONSEJOS DE UN PADRE.
Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente de frente a los ojos.
Ten un buen equipo de música.
Elige a un socio de la misma manera que eligirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte dónde tu eres débil y viceversa.
Evita a las personas negativas: siempre tienen un problema para cada solución.
Maneja un auto que no sea muy caro, pero date el gusto de tener una buena casa.
Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena impresión.
No hagas comentarios sobre el peso de una persona, o le digas a alguien que está perdiendo el cabello... Ya lo sabe.
Desconfía de los fanfarrones, nadie alardea de lo que le sobra.
Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche: dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza.
Anímate a presentarte a alguien que te cae bien, simplemente con una sonrisa y diciendo: mi nombre es tal, todavía no nos han presentado.
Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pensado.
Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas las oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no sólo desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de las posibilidades.
Recuerda el viejo proverbio "sin deudas, sin peligro...".
No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
Aprende a compartir con los demás y descubre la alegria de ser útil a tu prójimo (el que no vive para servir, no sirve para vivir).
Acude a tus compromisos con tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
Recuerda que el gran Amor, y el gran Desafío, incluyen también el gran Riesgo.
Nunca confundas riqueza con éxito.
No pierdas nunca el sentido del humor, y aprende a reírte de tus propios defectos.
No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
Haz dos copias de las fotos que saques, y envialas a las personas que aparecen en ellas.
Trata a tus empleados con el mismo respeto que tratas a tus clientes.
Recuerda que a veces, el silencio es la mejor respuesta.
No descartes una buena idea porque no te gusta de quien viene.
Nunca compres un colchón barato: nos pasamos un tercio de nuestra vida encima de él.
No confundas confort con felicidad.
Nunca compres algo eléctrico en una feria artesanal.
Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca).
Aprende a distinguir entre tus amigosy tus enemigos.
Cuando necesites un consejo profesional, pídeselo a profesionales y no a amigos.
Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad rinde al talento.
Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
Si no quieres frustrado, no te fijes metas imposibles.
La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor... simplemente disfruta al máximo de lo que tiene.

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