Tenía razón, Gustavo Leocata, cuando decía que este partido no tendría que ser problema para el Decano del fútbol argentino, y si bien, había que tener un poco de cautela por aquello de Dante Pazeri -fútbol, dinámica de lo impensado- esta vez, sobre todo en el primer tiempo, el fútbol fue lógica pura. Quilmes ganó esa etapa 2 a 0, pudieron ser más, con los goles de Lentini -excelente acción anterior del Colorado Sava- y de Mauricio Carrasco -un tanto de excelente factura-.
También tenía razón el colega platense Osvaldo Fanjul, que aseguró que no se iban a arrepentir con Lentini y Carrasco, llegados a préstamo de Estudiantes.
Quilmes ganó casi sin despeinarse, estableciendo diferencias notables en el primer tiempo, con un rival que no quiso arriesgar, e incluso el arquero Capogrosso (sí, aquel recordado del partido revancha de Rafaela en La Plata con Gimnasia, con el final que salvó al Tripero del descenso e evitó el ascenso de los santafesinos).
En el complemento, los técnicos del equipo de Comodoro Rivadavia hicieron cambios y el visitante se adelantó algo, incluso inquietó al ex CAI, Emanuel Trípodi -en forma brillante tapó dos manos a mano en la misma jugada- pero cuando hubo que establecer diferencias, el Cervecero se encargó de mostrarlas, culminando con el gol de Sava (el técnico Bianco apostó a tres delanteros, aunque el Colorado fue más pivot, y los tres le respondieron con goles).
De aquí en adelante, ahora con Quilmes en el segundo puesto, a seis puntos del líder San Martín de San Juan, habrá que mantener el equilibrio y la prudencia (virtud que destacó el doctor Juan Manuel Herbella en una charla con Sebastián Kerle y Adrián Di Blasi) porque este torneo es tan largo, que hoy sólo se puede disfrutar de un buen momento.
Faltan 22 fechas, o sea 66 puntos, sin duda una eternidad. Restan tres partidos en esta primera rueda -el sábado en Caballito con Ferro, el viernes 4 con Platense en el Centenario y el jueves 10 en Córdoba con Belgrano- y lo importante será llegar al receso con una posición expectante, si se puede en el lote de los dos primeros que al final tendrán "el premio" del ascenso.
Como dijo Herbella, recordando una película que le gustó mucho, habrá que seguir concentrados. No tomar en cuenta el ambiente externo y pensar que se van a dar los tres resultados posibles en este largo camino al ascenso. Al final, si se logra, todos estarán alegres, si no, sucederá lo contrario, en esta bipolaridad tan repetida de los quilmeños en particular, y de los argentinos en general.
Lo importante es que paso a paso, creciendo de a poco, el técnico sigue encontrando respuestas a sus constantes cambios en la búsqueda final de un objetivo, que está claro, pero que en el caso de Bianco se adapta a cada rival. Ahora será el tiempo de Ferro, un equipo que venía entonado y que tuvo un tropezón en Mar del Plata, por lo que irá a buscar los tres puntos ante un rival encumbrado y con la mente puesta en descontar posiciones.
Quilmes está llegando al final del año muy cerca del ideal. Y los hinchas gritan "vamos a volver...". Alegría sí, exceso de optimismo no. En todo caso, prudencia como menciona el capitán Herbella. Una virtud que sólo muestran los que están convencidos de lo que emprenden.
También tenía razón el colega platense Osvaldo Fanjul, que aseguró que no se iban a arrepentir con Lentini y Carrasco, llegados a préstamo de Estudiantes.
Quilmes ganó casi sin despeinarse, estableciendo diferencias notables en el primer tiempo, con un rival que no quiso arriesgar, e incluso el arquero Capogrosso (sí, aquel recordado del partido revancha de Rafaela en La Plata con Gimnasia, con el final que salvó al Tripero del descenso e evitó el ascenso de los santafesinos).
En el complemento, los técnicos del equipo de Comodoro Rivadavia hicieron cambios y el visitante se adelantó algo, incluso inquietó al ex CAI, Emanuel Trípodi -en forma brillante tapó dos manos a mano en la misma jugada- pero cuando hubo que establecer diferencias, el Cervecero se encargó de mostrarlas, culminando con el gol de Sava (el técnico Bianco apostó a tres delanteros, aunque el Colorado fue más pivot, y los tres le respondieron con goles).
De aquí en adelante, ahora con Quilmes en el segundo puesto, a seis puntos del líder San Martín de San Juan, habrá que mantener el equilibrio y la prudencia (virtud que destacó el doctor Juan Manuel Herbella en una charla con Sebastián Kerle y Adrián Di Blasi) porque este torneo es tan largo, que hoy sólo se puede disfrutar de un buen momento.
Faltan 22 fechas, o sea 66 puntos, sin duda una eternidad. Restan tres partidos en esta primera rueda -el sábado en Caballito con Ferro, el viernes 4 con Platense en el Centenario y el jueves 10 en Córdoba con Belgrano- y lo importante será llegar al receso con una posición expectante, si se puede en el lote de los dos primeros que al final tendrán "el premio" del ascenso.
Como dijo Herbella, recordando una película que le gustó mucho, habrá que seguir concentrados. No tomar en cuenta el ambiente externo y pensar que se van a dar los tres resultados posibles en este largo camino al ascenso. Al final, si se logra, todos estarán alegres, si no, sucederá lo contrario, en esta bipolaridad tan repetida de los quilmeños en particular, y de los argentinos en general.
Lo importante es que paso a paso, creciendo de a poco, el técnico sigue encontrando respuestas a sus constantes cambios en la búsqueda final de un objetivo, que está claro, pero que en el caso de Bianco se adapta a cada rival. Ahora será el tiempo de Ferro, un equipo que venía entonado y que tuvo un tropezón en Mar del Plata, por lo que irá a buscar los tres puntos ante un rival encumbrado y con la mente puesta en descontar posiciones.
Quilmes está llegando al final del año muy cerca del ideal. Y los hinchas gritan "vamos a volver...". Alegría sí, exceso de optimismo no. En todo caso, prudencia como menciona el capitán Herbella. Una virtud que sólo muestran los que están convencidos de lo que emprenden.
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