Quilmes terminó rescatando un punto con el buen equipo de Instituto de Córdoba. Fue un partido intenso, raro, que dejó tantos interrogantes como para imaginar que el encuentro del sábado en Florencio Varela con Defensa -clásico para algunos, al menos zonal- tendrá un aspecto de bisagra para saber dónde está parado el equipo del Chaucha Bianco.
El Cervecero tuvo muchas fallas, sobre todo defensivas, que le costaron dos goles en el primer tiempo. No contó con la precisión necesaria en el medio para controlar lo bueno que proponía el rival en ese sector de la cancha que es tan importante para dominar un encuentro.
Así las cosas, Quilmes debió tener más ocasiones en el arco rival que las habituales, y como contrapartida, sufrió los embates del rival, que en el segundo tiempo, a favor de la falta de claridad y de la necesidad de empatar, le pudieron costar el encuentro. Bianco tuvo en el arquero Trípodi un gran aliado, al tapar tres mano a mano.
El Cervecero pasó por el infierno, tuvo algo de gloria cuando Lentini anotó el empate transitorio apenas 5 minutos después del tanto de Díaz, y entró en el infierno cuando sus defensores permitieron que el "gordo" Zárate, un jugador que preocupó muchísimo -si no, que lo diga Quiles, que tuvo que bailar con la más fea- llegara al segundo.
En el complemento el partido entró en la modorra que propuso Instituto, con la experiencia de muchos de sus hombres -buena tarea de Zapata y arriba siempre la voluntad del terco Zárate- y parecía que no cambiaría la historia.
De todas maneras, Bianco quiso acallar las críticas de los que lo tildan de defensivo, y sacó a un defensor, Di Gregorio, para poner a un hombre de mayor movilidad (López) a fin de juntarse con Cardozo y llevarle el juego a los delanteros.
Así llegó el penal que Ribonetto se encargó de concretar. ¿Cuánto hacía que no le daban un penal al Decano en casa? Los fantasmas estuvieron merodeando, recordando en el torneo anterior el que malogró Jorge Medina, hoy en Defensa, ante el arquero de Aldosivi, Pablo Campodónico.
El ex Lanús puso el 2 a 2 y Quilmes trató de quebrar el resultado, pero cayó demasiado en posición adelantada, asimismo se expuso a las contras.
En un encuentro tan raro e intenso, no podía faltar la polémica del final. El juez de línea Carlos Borgarello marcó que una pelota había salido, por lo que el arquero Carranza debía sacar con pelota al piso y no con pelota en sus manos como lo hizo. Llegó el gol de Zárate, en medio del griterío, las protestas, con el línea siempre con la bandera levantada.
Consultas, murmullo, suspenso, y finalmente la anulación de la jugada retrotrayéndola al origen como dice el reglamento. Instituto se sintió "bochado" en su ilusión al final, Quilmes festejó el punto, aunque dejó tantas dudas que jugando con las palabras podemos decir que aprobó con 4.
Ahora se viene el "clásico" (o no) con Defensa en Varela, con una semana muy especial, sobre todo porque el Halcón viene de perder en Mar del Plata y tratará de volver al triunfo ante su gente, que siempre espera este partido con un ingrediente especial.
No hay que dejar de mencionar que luego de Defensa, Quilmes recibirá al encumbrado Unión, es decir dos rivales inmediatos de fuste, capaces de medir para qué está el Decano en esta parte de un torneo tan extenso ... que todavía tiene 84 puntos en juego, toda una vida futbolística.
¿Podrá Quilmes despejar las dudas que dejó ante un equipo bien armado como Instituto?¿Volverán los fantasmas? Ah, con esto de ir de visitante, como fueron alrededor de 70 a Ezeiza contra Italiano, ¿algunos quilmeños se animarán a romper la prohibición, con todos los riesgos que eso implica...?
Preguntas y más preguntas que se irán respondiendo en los próximos días. Quilmes sigue preocupado, la gente está más exigente que nunca, y eso el cuerpo técnico y los jugadores lo saben, por más que se suban a la habitual fórmula de decir que se jugó ante un gran equipo, no se tuvo fortuna, etcétera, etcétera. Sería bueno que hubiese alglo más de autocrítica, sobre todo porque el equipo sigue estando entre los menos vencidos, pero da ventajas atrás al menos de local, y entre los menos efectivos en ataque. Por ahora esto basta para seguir prendido arriba... Ahora hay que visitar a Defensa, todo un tema.
El Cervecero tuvo muchas fallas, sobre todo defensivas, que le costaron dos goles en el primer tiempo. No contó con la precisión necesaria en el medio para controlar lo bueno que proponía el rival en ese sector de la cancha que es tan importante para dominar un encuentro.
Así las cosas, Quilmes debió tener más ocasiones en el arco rival que las habituales, y como contrapartida, sufrió los embates del rival, que en el segundo tiempo, a favor de la falta de claridad y de la necesidad de empatar, le pudieron costar el encuentro. Bianco tuvo en el arquero Trípodi un gran aliado, al tapar tres mano a mano.
El Cervecero pasó por el infierno, tuvo algo de gloria cuando Lentini anotó el empate transitorio apenas 5 minutos después del tanto de Díaz, y entró en el infierno cuando sus defensores permitieron que el "gordo" Zárate, un jugador que preocupó muchísimo -si no, que lo diga Quiles, que tuvo que bailar con la más fea- llegara al segundo.
En el complemento el partido entró en la modorra que propuso Instituto, con la experiencia de muchos de sus hombres -buena tarea de Zapata y arriba siempre la voluntad del terco Zárate- y parecía que no cambiaría la historia.
De todas maneras, Bianco quiso acallar las críticas de los que lo tildan de defensivo, y sacó a un defensor, Di Gregorio, para poner a un hombre de mayor movilidad (López) a fin de juntarse con Cardozo y llevarle el juego a los delanteros.
Así llegó el penal que Ribonetto se encargó de concretar. ¿Cuánto hacía que no le daban un penal al Decano en casa? Los fantasmas estuvieron merodeando, recordando en el torneo anterior el que malogró Jorge Medina, hoy en Defensa, ante el arquero de Aldosivi, Pablo Campodónico.
El ex Lanús puso el 2 a 2 y Quilmes trató de quebrar el resultado, pero cayó demasiado en posición adelantada, asimismo se expuso a las contras.
En un encuentro tan raro e intenso, no podía faltar la polémica del final. El juez de línea Carlos Borgarello marcó que una pelota había salido, por lo que el arquero Carranza debía sacar con pelota al piso y no con pelota en sus manos como lo hizo. Llegó el gol de Zárate, en medio del griterío, las protestas, con el línea siempre con la bandera levantada.
Consultas, murmullo, suspenso, y finalmente la anulación de la jugada retrotrayéndola al origen como dice el reglamento. Instituto se sintió "bochado" en su ilusión al final, Quilmes festejó el punto, aunque dejó tantas dudas que jugando con las palabras podemos decir que aprobó con 4.
Ahora se viene el "clásico" (o no) con Defensa en Varela, con una semana muy especial, sobre todo porque el Halcón viene de perder en Mar del Plata y tratará de volver al triunfo ante su gente, que siempre espera este partido con un ingrediente especial.
No hay que dejar de mencionar que luego de Defensa, Quilmes recibirá al encumbrado Unión, es decir dos rivales inmediatos de fuste, capaces de medir para qué está el Decano en esta parte de un torneo tan extenso ... que todavía tiene 84 puntos en juego, toda una vida futbolística.
¿Podrá Quilmes despejar las dudas que dejó ante un equipo bien armado como Instituto?¿Volverán los fantasmas? Ah, con esto de ir de visitante, como fueron alrededor de 70 a Ezeiza contra Italiano, ¿algunos quilmeños se animarán a romper la prohibición, con todos los riesgos que eso implica...?
Preguntas y más preguntas que se irán respondiendo en los próximos días. Quilmes sigue preocupado, la gente está más exigente que nunca, y eso el cuerpo técnico y los jugadores lo saben, por más que se suban a la habitual fórmula de decir que se jugó ante un gran equipo, no se tuvo fortuna, etcétera, etcétera. Sería bueno que hubiese alglo más de autocrítica, sobre todo porque el equipo sigue estando entre los menos vencidos, pero da ventajas atrás al menos de local, y entre los menos efectivos en ataque. Por ahora esto basta para seguir prendido arriba... Ahora hay que visitar a Defensa, todo un tema.
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