VELEZ, CAMPEON CON FALTA

Tuvo todas las característica de una final, con un montón de ingredientes, incluso inesperados. Vélez logró el título Clausura de primera división, con el gol de Maxi Moralez sobre el final -previa grosera falta de Larrivey al arquero Monzón- y con una serie de elementos que transformaron la tarde del domingo en un pandemonium.
El granizo que cayó sin miramientos a los 19 minutos del primer tiempo -insólito por cierto- transforó el escenario en un campo de Agramante. Hubo que esperar muchos minutos para la reanudación de un partido que pareció el más largo del siglo.
Porque Velez se perdió su gran ocasión, con el penal que el pibe Monzón le atajó a Rodrigo López -antes Huracán había concretado un gol con la cabeza de Domínguez, pero el juez Brazenas lo anuló por indicación del línea, cuando las imágenes televisivas dijeron que no hubo offside- y éstas fueron los primeros escalones de una jornada que tuvo de todo.
Porque cuando parecía que el Globo festejaba el título, restando pocos minutos para el final llegó el gol de Maxi Moralez -en la jugada previa hubo falta clara de Larrivey a Monzón, que el árbitro ignoró- y a partir de ahí, los nervios propios de un Huracán que se sentía saqueado. Aunque pocos minutos antes del tanto, Arano le cometió un terrible penal a Cubero, y ahí también Brazenas hizo la vista gorda.
Quizás se sintió conmovido y por eso dejó seguir en la jugada del gol.
Hubo caricias después, las quejas de los huracanenses porque su ex Larrivey estuvo a punto de concretar el segundo, y salvó Monzón, algunos manotazos y finalmente la cara ensangrentada del Domínguez de Vélez.
Telón final... y Velez campeón. ¿Justicia o no? Por lo de Brazenas, pareció ser un saqueo a mano armada al Globo, pero también es cierto que en el inconciente colectivo quedó aquello de "mejor así" porque en ese clima, ¿qué hubiera pasado si el campeón era el de Parque Patricios? ¿Hubieran aceptado los velezanos que les den la vuelta en su casa?
A la hora del balance, y más allá del alerta del ex árbitro Guillermo Marconi ("avisé antes a propios y extraños que Brazenas no había pasado la prueba física e igualmente lo designaron para dirigir la final del torneo"), la realidad es que Velez fue el rey del pragmatismo, Huracán jugó el hoy llamado tiqui tiqui, sin embargo no lo pudo aplicar en esta final, con la notoria baja producción de su figura estelar, Pastore.
Como saldo quedó que al final llegaron cabeza a cabeza dos equipos de los denominados chicos. Boca, River, San Lorenzo, Racing, Independiente, dejaron su condición de grandes y el torneo quedó para el Velez de Geraca, que el ganó por una cabeza al Huracán de Cappa. Algo ha cambiado en el fútbol argentino. ¿Para bien o para mal? Queda lanzado el debate.

Comentarios