QUILMES, EL INFIERNO, INSTITUTO, LA GLORIA

Aunque se caiga en un "lugar común" fue Sábado de Gloria ... para Instituto... y el Infierno para Quilmes, en un fin de semana de Pascuas, que dejó a flor de piel "la rosca", porque renunció el técnico Alberto Pascutti, se hace difícil la continuidad del arquero Pontiroli... en fin todos los bemoles que produce una derrota que duele se vuelven a juntar en el presente del QAC.
El hincha de Quilmes va a recordar por mucho tiempo este once de abril, porque en seis minutos el visitante, Instituto -popularmente conocido como La Gloria- se puso 3 a 0, ante defensores y arquero que eran meros espectadores de lo que plasmaba el cordobés.
Quilmes entró dormido a jugar un partido decisivo para el futuro, y el rival lo aprovechó al máximo. Si este golpe desde ya generaba los cánticos hirientes ("que se vayan todos..", etcétera) el cuarto gol fue el golpe de gracia.
Y ni siquiera la tibia reacción del final del primer tiempo pudo cambiar la historia. Porque el Cervecero anotó dos goles como para que el segundo tiempo tuviera algún interés.
El técnico decidió sacar a Almada, un defensor, para poner a un volante y buscar el milagro. El pibe González dio su cuota de esperanza, pero no contó con la compañía necesaria, e Instituto, con el recurso de hacer tiempo, poner el partido en un freezer y demás, se encargó de mantener la diferencia.
Lógicamente, el final fue el imaginable: los insultos, los silbidos, el "que se vayan todos", el nerviosismo de Pontiroli -uno de los principales destinatarios de la bronca de los hinchas, por los dos goles que le anotó Belgrano días pasados y por la parsimonia junto a la defensa que mostró en los cuatro tantos de los cordobeses- conjugaron un cóctel explosivo, que desató la incontenible bronca de los hinchas que se retiraron masticando toda la bronca.
Porque el sueño de ascenso ya es una pesadilla, la posibilidad de la promoción, casi un imposible, y de ahora en más habrá que pensar en sumar la mayor cantidad de puntos posibles para no sufrir al final con el promedio. Habrá que ver qué ocurre, porque se conoció la renuncia de Pascutti, no se sabe qué puede pasar con Pontiroli, con una relación muy mala con los simpatizantes, por más fundación que se promueva, y en general, a nueve fechas del final, se viven instancias que el Cervecero conoce como nadie por aquellas épocas en que los sueños de ascenso desfilaban por el palo enjabonado de los resbalones (¿acaso se pueden olvidar los más de diez años sin ascenso?).
Será una semana calentita en el Decano. Usando la terminología de los días que se viven, la "gloria" del sábado fue para el sorprendido Instituto -nunca va a encontrar tantas facilidades en ese bazar de las ofertas que fue la defensa quilmeña- la "rosca" de Pascua fue para Quilmes, que por ahora tendrá que decir que "la casa no está en orden", y la expresión no es ningún eufemismo. En Lomas, con Los Andes, en la próxima fecha se podrá ver si sigue el paciente en terapia o si pasó a una habitación particular. La consigna debe ser sumar, aunque por ahora los números son negativos.

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