ARMANDO TEJADA GOMEZ

La diputada nacional Amanda Susana Genem presentó un proyecto de resolución para rendir homenaje a la vida y obra de Armando Tejada Gómez, ya que el 21 de abril se cumple el 80 aniversario de su nacimiento.
Recuerda que Tejada Gómez nació en Mendoza, a orillas del zanjón Guaymallén. Era hijo de Lucas Tejada, tropero (llevaba ganado de Mendoza a San Juan y Chile, a través de la Cordillera), y de Florencia Gómez, casa a los 14 años. Era hijo anteúltimo de 24 hermanos. Fue canillita, lustrador de zapatos, luego obrero de la construcción. Cuando su padre murió, con cuatro años, vivió algunos meses en el campo, con su tía Fidela Pavón, quien le enseñó las primeras letras, instruyéndose por su cuenta.
A los quince años adquirió un Martín Fierro y a partir de ahí comenzó a leer en forma fervorosa toda clase de lecturas, instruyéndose por su cuenta.
Comenzó a despertarse su inquietud social, participando de jornadas de protesta, luchas obreras y políticas al mismo tiempo que comenzó a expresarse a través de la poesía. En 1950 ingresó como locutor en LV 10 Radio de Cuyo, que alternó con su labor como obrero de la construcción.
Comenzó a componer canciones junto al músico Oscar Matus, también mendocino y futuro esposo de Mercedes Sosa, en lo que sería una larga sociedad y con quien escribiría canciones como "Los ombres del río", "Coplera del viento", "Tropero pader" (inspirada en su padre), entre muchas otras y fundan el Movimiento del Nuevo Cancionero junto a Oscar Matus, Mercedes Sosa, Eduardo Aragón y otros.
Entre 1954 y 1955 logró el segundo premio del V Concurso Literario Municipal de Mendoza, por su obra Pachamama y el premio Juan Carlos D`Accurzio, patrocinadod por la Sociedad Mendocina de Escritores por "Tonadas de la piel" con prólogo del salteño Jaime Dávalos.
En 1961 logró la Primera Recomendación del II Concurso Latinoamericano de Literatura "Casas de las Américas", La Habana, Cuba, por el libro "Los compadres del horizonte".
Se radicó en Buenos Aires y se dedicó exclusivamente a la parte artística. En el teatro IFT montó su primer espectáculo con Mercedes Sosa, Oscar Matus y Tito Francia. Editó su primer disco con sus poemas "Sonopoemas del horizonte".
Fue sumando premios y viajes. Su interés social lo llevó a la URSS y junto a César Isella y Los Trovadores integró la primera delegación artística que viajó a Cuba, después del levantamiento del bloque por parte del gobierno de Héctor J. Cámpora.
En 1976 el gobierno militar publicó un listado de composiciones y autores prohibidos para la difusión, entre los que está el poeta con temas célebres como Canción con todos y Fuego en Animaná. Fue declarado persona no grata por el gobierno de facto de la provincia de Santa Fe y "deportado" a la provincia de Buenos Aires, en medio d el anoche, luego de una frustrada actuación en la sala de la Lotería provincial de dicha ciudad, en un festival a beneficio.
En 1978 viajó a España donde recibió el premio internacional de novela, en Bilbao. Al iniciarse el conflicto del Beagle regresó al país en enero de 1979. Ahì comenzó a utilizar el seudónimo Carlos de Mendoza para registrar temas nuevos y que pudieran pasarse por las radios.
En 1980 participó en la edición de la VI Feria Internacional del Libro, donde presentó su novela ganadora y firmó ejemplares en el stand de Espasa Calpe, a despecho de la prohibición que aún pesaba sobre él.
Ese año recibió la distinción de honor de la Fundación Dupuytrén, en la III Bienal de Letras IV Centenario de la II Fundación de Buenos Aires, por su novela "Dios era olvido".
Sería largo enumerar todos sus méritos, pero sin duda su obra ha sido magnífica y justifican este recuerdo de quien falleció el 3 de noviembre de 1992.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Homenaje a Armando Tejada Gómez
a los 80 años de su nacimiento.

Salgo a caminar…
*Por Miguel Longarini

Corría el año 1929 y por esos tiempos, comienza a caminar la vida Armando Tejada Gómez, uno de los tantos niños pobres de nuestra Argentina, en años de extremada escasez de igualdad y abundante falta de oportunidades.

Un día 21 de abril fue parido como sus 23 hermanos. Tal vez – ese día- doña Florencia Gómez, con algo más de costumbre y menos temor de madre primeriza, le ofrendaba un hijo más a la patria.

Su padre Lucas Tejada, que era tropero, quizás se encontraba arreando ganado en ese otoño del Cuyum Huarpe o País de las Arenas, tratando de hacer su oficio cuando a orillas del zanjón Guaymallén mendocino, una de sus raíces, lanzaba ya, un primer grito de libertad que quedó dando vueltas, entre la mirada sorprendida de la comadrona.

Nadie supo porqué, ese niño de La Media Luna, andante de greda y horizontes desiertos pudo, armarse de viento y arremolinarse en el tiempo.

Debe ser un hijo de Hunuc Huar (Dios de la Montaña) solían decir quienes habían puesto interés en la forma de hacerse espacio que iba teniendo el chiquilín, que por pertenecer a una familia enorme, había sido ubicado con familiares en el campo, para aliviar la olla, que en la casa de los Tejada, como en la de tantos criollos, no alcanzaba pa’ tanta panza con hambre. Allí correteaba este pequeño ayudando en las tareas y aprendiendo unas poquitas letras de la mano de su tía Fidela Pavón, hasta que la vida le creció en alas y comenzó su etapa de hacer el día; de aprehender la vida.

Sus cumpas de los distintos oficios, los de la calle, los de alpargatas de uña sonriente le habían echado el ojo para la pelea tanto con los puños, como con la palabra. Vaya si supo vistear al enemigo y acertarle un verso en plena jeta, que dolía más que cien trompadas al hígado. No era casual, dado que el Armando “El Negrito de la Medialuna” lanzaba sus poemas que decía en las esquinas; en los boliches de vino obrero; en los ranchos de buena muerte…

Hasta que llegó el día en que la poesía lo vistió de “poeta de los pobres” y así, armado de palabras, lo presenta en sociedad cruzando los umbrales de la clase instruida y elegidos de la época. Ahí se le reconoce su mirada distinta en saber apreciar el poder que otorga el sentirse intelectual o saberse poseedor de un mandato de los sin voz; de los des-heredados de la tierra. En esa juventud aparecieron sus primeros libros, que luego fueron premiados por siempre. Todo de golpe se le entremezcla a este hombre hecho desde el suelo mismo que pisaba: Su trabajo de albañil, canillita, locutor y sus amores inclaudicables. Eso que había sido inalcanzable como la lectura de los grandes de la literatura; el mundo de las letras y el orgullo inalterable de su origen huarpe, además el de ser hijo de la tierra y hermano de los desposeídos del mundo.

Imparable en su mirar y ver, siendo muy joven y padre ya, entiende que la política debía agregar voces nuevas con sangre hecha desde el barro del pueblo y se integra a un espacio en la legislatura mendocina como diputado, cargo que honra a sus compañeros con su laboriosa coherencia y marcado compromiso. Luego comienza la marcha hacia la gran metrópolis, los recitales, sus canciones cantadas por la gente, su militancia gremial y social. Su irrupción en un nuevo formato innovador de la canción popular, sus ediciones de poemarios y novelas como Dios era Olvido, premiada en Bilbao - España y agotada como toda su obra. Vale recordar los años “Bajo estado de Sangre “ tal como él llamaba al período de la larga dictadura genocida, que prohibió hasta su silencio.

Dueño de una personalidad arrolladora y brillante capacidad de asumir los roles que se le presentaban, entre los que se encontraba el de ser padre/hermano de tantos hijos/hermanos que la vida se encargó de poner en él, para quienes compartió con TODOS su corazón de viento y su voz de campana.


Hasta aquí, he tratado de describir resumidamente los distintos pasajes de uno de los máximos referentes que tenemos quienes así lo consideramos a nuestro Armando Tejada Gómez, poeta fundamental de la provincia de Mendoza quién, estos días anda de calendario, recordando que se cumplen 80 años de su alumbramiento.

Es de festejar con vino y canto esta fecha; también es siempre necesario su presente y de buen hijo recordarlo.

* Miguel Longarini
Libre pensador y poeta argentino.
miguellongarini@speedy.com.ar / poetapueblo@yahoo.com

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Armando, renace con el sol


Marcha el profeta inquietador de sueños
renaciendo en cada patriada.
Cielo y viento le pueblan el alma
con la sola mención de su palabra.
De golpe, vuelve a las jornadas
nuestro Armando; armador de madrugadas.
Su voz, resuena en los oídos y sus letras
nos van subvirtiendo el alma.

El olvido, tenaz olvidador,
no ha podido derribar esta muralla;
La memoria de los pueblos
se ha encargado de ganarle la batalla.
En estas cuestiones de esperanza: los poetas,
obreros y juglares reverdecen la nostalgia
saliendo a jugar con las palabras.

Es cosa del profeta... Andar agitando la calma,
acercarnos la distancia, abrigar el vino en las tinajas,
soltar los pájaros del canto, y poblar de estrellas el espanto.

Si estos días sientes que un incendio
Se posa en las tonadas;
ya no hay tiempo de parar el canto,
ni el ardor de la sangre en los muchachos
que corre por la acequia esperanzada.

Si una brisa te cambia la mirada...
Es Armando, el profeta; el Tejada
que moldeando el pan del hombre
renace con el sol... En las mañanas.

Miguel Longarini