A mi amigo Pedro

Hoy es un día muy triste para mi... perdí a un amigo. Se me fue. Quién sabrá dónde estás Pedrito. Sólo vos, amante de las palabras más que yo, podrías describir lo que hoy siento. Estoy muda, pero con ganas de gritarle a la vida. Siempre serás para mi mi amigo, compañero de facu y por sobretodo compañero de historias. Amante de la buena literatura. Un escritor que no fue, un periodista que no fue. Un hombre joven y leal como pocos. Te extraño...
Este fue el último mail que recibí tuyo, y te respondí diciendote que iba hacer un compilado de tus escritos para publicarlos. Jamás hubiera querido que sea de está manera... pero... hoy me siento tal cual tus palabras.

Pedro Zingoni, desde donde estés quiero decirte que te quiero con toda mi alma...

"El niño balanceándose sobre su pie izquierdo,

haciendo equilibrio con sus brazos,

flexionando alternativamente la rodilla, subiendo, bajando,

mirando atraves de un vidrio biselado

en las aristas, un vidrio que deforma, que distorsiona

las imágenes que lo atraviesan.

Me veo ahora, allí, soy el niño mirando atraves del bisel,

queriendo distorsionarlo todo,

queriendo cambiarlo todo.

Ahora me veo desde otro lugar, plano, nítido, traslucido,

Soy el vidrio que refleja al niño!

Y el niño se me acerca, escruta, respira, empaña.

Y con el aliento el otro lado se oscurece, acromático, miserable.

No aguanto, estallo.

En la nada, sin niño ni espejo, me veo con la triste y diáfana realidad de quien se sabe hombre."

Flor.

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