Se trata de uno de esos personajes que han quedado en lo más alto en la historia futbolística del Decano, el Quilmes AC. José Yudica ha vuelto al Cervecero después de larga ausencia para ser el coordinador del fútbol de inferiores.
Una gran noticia porque el Piojo se anotó en el 78 con el histórico título Metropolitano de primera división, cuando los torneos eran largos y resultaba muy difícil que un club, de los denominados chicos, se adjudicara el torneo de Primera. Quilmes lo logró de la mano de Yudica, y aunque parezca distante la conquista,el tiempo no ha hecho sino engrandecer aún más un logro que tiene sabor a irrepetible.
Por eso, el hecho de que se haya vuelto a confiar en el Piojo, para coordinar el Semillero, resulta una gran noticia, como para suponer que con pausa y sin prisa se puede enriquecer las bases con una política coherente y adecuada, pensando en el largo plazo para reconstituir la esencia de un fútbol que hoy más que nunca apuesta al gran capital de las inferiores.
Tal vez haya pesado la razón económica o quizás de alguna vez por todas se haya imaginado que había que apostar a los gestores de aquella gesta 78, valga la redundancia, donde José Yudica ocupa un lugar fundamental. Por eso, bienvenida la buena nueva y ojalá sea la puerta para que el sentido común ingrese de una vez por todas en el Decano, en estos tiempos en que como nunca la primera división cuenta con tantos futbolistas del Semillero.
Bienvenido, José Yudica, porque tarde o temprano, quizás más tarde que temprano, se pensó en este emblema para coordinar la fábrica de sueños.
Una gran noticia porque el Piojo se anotó en el 78 con el histórico título Metropolitano de primera división, cuando los torneos eran largos y resultaba muy difícil que un club, de los denominados chicos, se adjudicara el torneo de Primera. Quilmes lo logró de la mano de Yudica, y aunque parezca distante la conquista,el tiempo no ha hecho sino engrandecer aún más un logro que tiene sabor a irrepetible.
Por eso, el hecho de que se haya vuelto a confiar en el Piojo, para coordinar el Semillero, resulta una gran noticia, como para suponer que con pausa y sin prisa se puede enriquecer las bases con una política coherente y adecuada, pensando en el largo plazo para reconstituir la esencia de un fútbol que hoy más que nunca apuesta al gran capital de las inferiores.
Tal vez haya pesado la razón económica o quizás de alguna vez por todas se haya imaginado que había que apostar a los gestores de aquella gesta 78, valga la redundancia, donde José Yudica ocupa un lugar fundamental. Por eso, bienvenida la buena nueva y ojalá sea la puerta para que el sentido común ingrese de una vez por todas en el Decano, en estos tiempos en que como nunca la primera división cuenta con tantos futbolistas del Semillero.
Bienvenido, José Yudica, porque tarde o temprano, quizás más tarde que temprano, se pensó en este emblema para coordinar la fábrica de sueños.
Comentarios