QUILMES, EMPATE BAJO LA LLUVIA

Quilmes volvió a dejar sombras en su cancha, repitiendo las producciones que últimamente viene realizando en casa, y si bien debió conformarse con el empate, dejó una pálida imagen, porque tuvo que enfrentar a Aldosivi, que se fue contento con la igualdad, y a la lluvia que complicó las cosas.
Atrás quedó para la anécdota el 4 a 0 con Ferro en Caballito, y la gente que se atrevió a mojarse en el Centenario se fue lamentando el punto, porque el equipo de Pascutti tuvo la mejor ocasión, pero Medina malogró el penal o mejor dicho, lo rechazó el arquero Campodónico.
El partido fue luchado y trabado, con los jugadores que se entregaron por el espectáculo en condiciones dificultosas, porque la intensa lluvia dejó el campo de juego en pobres condiciones.
Quedó otra vez la sensación que los chicos tienen estas cosas, quizás les resulte más fácil pararse fuera de casa, lejos de los insultos y de los murmullos de los propios hinchas -el caso Diego García es el más emblemático- y entonces tienen estos altibajos que son propios de la falta de experiencia. Cuando ensamblan y aprovechan las condiciones, llegan a producir perfomances como ante Ferro. Cuando eso no ocurre, se vuelve a las sombras como esta tarde.
Habrá que buscar el ansiado equilibrio, que sólo se puede lograr con tiempo y esfuerzo. Entretanto seguirán los zigzagueos, repetimos, propios de un equipo con gran mayoría de pibes. El lado favorable es que si se tiene paciencia, más allá de los resultados, seguramente se podrá disfrutar en el futuro de esta cantera. No hay que olvidar el ejemplo actual de Lanús, que supo tener paciencia y hoy disfruta de un equipo integrado en su gran mayoría por los chicos del club.
Faltan dos fechas para concluir el torneo en la primera etapa, el lunes 8 en Córdoba con Talleres y el sábado 13 de local ante Olimpo de Bahía Blanca. La apuesta va por los 6 puntos para terminar esta etapa con 30 puntos, una buena cifra para encarar la segunda parte el año próximo buscando mejorar la campaña, que por ahora es bastante irregular.
Un párrafo aparte para los hinchas que se bancaron la lluvia durante todo el partido -Mauro es uno de ellos, como representante emblemático-, volviendo a demostras que más allá de la bronca del cielo el tipo que vive el sentimiento de la camiseta supera cualquier adversidad... por más que termine empapado.

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