Domingo 29 de octubre de 1978. Quilmes, campeón Metropolitano. El Decano del fútbol argentino lograba el máximo título de su historia, en un torneo de 40 fechas, aventajando nada menos que a Boca Juniors.
Aunque parezca mentira han pasado treinta años de aquella gesta en Rosario, cuando el equipo dirigido por José Yudica, con Horacio Milozzi como capitán, alcanzaba una histórica victoria 3 a 2 sobre Central y se quedaba con el campeonato.
Toda una ciudad se trasladó a Rosario, ya que dicen los memoriosos que nunca se vio tanta gente visitante en el Coloso de Arroyito.
Quilmes devolvió a su gente una victoria, un título, que se festejó durante varias horas. Precisamente, el viejo estadio Cervecero, de Guido y Sarmiento, se vistió de fiesta para esperar a los campeones, en las primeras horas de aquel lunes 30 de octubre.
Curiosas paradojas del destino, en el mismo año en que la Argentina lograta el primer titulo mundial, Quilmes alcanzaba su primer y único título en primera división Se sumaba a la lista de chicos campeones en primera división, porque enel 69 había sido Chacarita.
Los que peinan canas todavía recuerdan aquel domingo 29, cuando la ruta 9 se vistió de los colores del Quilmes AC, a la ida y sobre todo a la vuelta con el título bajo el brazo.
En aquella época en el diario El Sol se graficó ampliamente la conquista, con la labor de Raúl Bosque como cronista y de Carlos Yodko como fotógrafo, inmortalizando aquella gesta.
Vaya el recuerdo a quienes hicieron posible esta conquista, encabezados por el técnico José Yudica, el preparador físico, profesor Rodolfo Torrecillas, el utilero Bertín Lattuada, el inolvidable Flaco Algañaraz, y los jugadores, con el capitán Horacio Milozzi, junto a los arqueros Bernarbé Palacios y Hugo Tocalli, Zárate, Fanessi, Milano, Medina, Gáspari, Andreuchi, el indio Gómez, Bianchini, Salinas, Recavarren, Gaño, Bourgeois, Filardo, Merlo, Paruzo, Echauri, Rando, Carrizo, Raschia.
El equipo jugó 40 partidos, ganó 22, empató 10 y perdió 8, con 53 goles a favor y 41 en contra.
Un logro que difícilmente se pueda repetir, no hay que olvidar eran tiempos de torneos de dos ruedas, que quedó en la memoria de todos los quilmeños y del que han pasado tres décadas, aunque parezca increíble.
Aunque parezca mentira han pasado treinta años de aquella gesta en Rosario, cuando el equipo dirigido por José Yudica, con Horacio Milozzi como capitán, alcanzaba una histórica victoria 3 a 2 sobre Central y se quedaba con el campeonato.
Toda una ciudad se trasladó a Rosario, ya que dicen los memoriosos que nunca se vio tanta gente visitante en el Coloso de Arroyito.
Quilmes devolvió a su gente una victoria, un título, que se festejó durante varias horas. Precisamente, el viejo estadio Cervecero, de Guido y Sarmiento, se vistió de fiesta para esperar a los campeones, en las primeras horas de aquel lunes 30 de octubre.
Curiosas paradojas del destino, en el mismo año en que la Argentina lograta el primer titulo mundial, Quilmes alcanzaba su primer y único título en primera división Se sumaba a la lista de chicos campeones en primera división, porque enel 69 había sido Chacarita.
Los que peinan canas todavía recuerdan aquel domingo 29, cuando la ruta 9 se vistió de los colores del Quilmes AC, a la ida y sobre todo a la vuelta con el título bajo el brazo.
En aquella época en el diario El Sol se graficó ampliamente la conquista, con la labor de Raúl Bosque como cronista y de Carlos Yodko como fotógrafo, inmortalizando aquella gesta.
Vaya el recuerdo a quienes hicieron posible esta conquista, encabezados por el técnico José Yudica, el preparador físico, profesor Rodolfo Torrecillas, el utilero Bertín Lattuada, el inolvidable Flaco Algañaraz, y los jugadores, con el capitán Horacio Milozzi, junto a los arqueros Bernarbé Palacios y Hugo Tocalli, Zárate, Fanessi, Milano, Medina, Gáspari, Andreuchi, el indio Gómez, Bianchini, Salinas, Recavarren, Gaño, Bourgeois, Filardo, Merlo, Paruzo, Echauri, Rando, Carrizo, Raschia.
El equipo jugó 40 partidos, ganó 22, empató 10 y perdió 8, con 53 goles a favor y 41 en contra.
Un logro que difícilmente se pueda repetir, no hay que olvidar eran tiempos de torneos de dos ruedas, que quedó en la memoria de todos los quilmeños y del que han pasado tres décadas, aunque parezca increíble.
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