QUILMES, LA LECTURA DEL VASO

Alguna vez, no hace mucho, Alberto Pascutti recordò que muchos hablan del vaso medio vacìo y èl, con mucho optimismo, preferìa referirse al vaso medio lleno.
Pasadas cuatro fechas, con 3 puntos sobre 12 posibles, ahora con la primera derrota del certamen futbolìstico de la primera B Nacional y con la posiciòn en la tabla inquietante, la premisa del tècnico de Quilmes vale para tener en cuenta.
Porque el equipo como tal sigue sin aparecer, hay voluntades individuales pero falta sentido de conjunto y entonces puede ocurrir lo que pasò en el Centenario. Atlètico Rafaela se iluminò unos minutos, desnudò gruesas fallas defensivas en el local y logrò los dos goles que a la postre le servirìan para llevarse un triunfo, que quizàs no mereciò pero que es un premio a su orden. Quilmes sòlo tuvo la reacciòn para anotar su primer gol en casa, pero no alcanzò para màs.
Quilmes fue un manojo de nervios, los pases mal dados, los delanteros perdidos en la cancha, la falta de un lanzador, el medio juego con muchos tropezones y grietas defensivas que terminaron por generar màs preocupaciòn que nunca.
Pascutti suele decir que cuando realizò grandes campañas con los equipos que dirigiò comenzò mal, e incluso con varias derrotas, y el equipo -en todo caso esa es la gran aventura a desarrollar- fue apareciendo con el tiempo.
Con otras palabras, a los equipos del Beto hay que esperarlos, tener paciencia y pensar que en un torneo de 38 fechas, o sea de 114 puntos, cuando falta la friolera de 34 jornadas, o sea 102 puntos, mucha agua deberà correr bajo el puente.
Si se hablara del vaso vacìo, habrìa que empezar a preocuparse sobremanera porque los que mandan se alejan, porque no se cae una sola idea y porque los eventuales buenos futbolistas que componen el plantel muestran muy poco para ser optimistas. Sòlo queda la voluntad de Morales y sobre todo de Alemanno, pero eso tropeza con la lentitud del Màquina Giampietri o los enredos de Pierguidi.
Por otra parte, cuando se quiere ser protagonista, el vaso medio vacìo es un obstàculo, porque empiezan los murmullos y la ley de la ironìa, el peor de los escarmientos, por ejemplo, cuando un grupo cantò hoy: y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Josè, con el càntico de aquel conjunto de Juan Josè Pizzutti con Racing, aunque con el tiro por elevaciòn al doctor Josè Luis Meiszner, el dirigente Cervecero que siempre es el blanco de los gritos cuando las cosas no andan.
En el rubro del vaso medio lleno, donde se coloca Pascutti, hay que pensar que mejor es haber perdido ahora, porque hay mucho tiempo por delante para corregir las cosas que no caminan, buscar variantes y pensar en los pròximos partidos, con Tiro en Rosario y con Defensa en el Centenario, con otra imagen.
Hay que esperar que la incertidumbre no deje su lugar a la desesperaciòn, que suele ser mala consejera y que termina por arruinar cualquier intenciòn positiva. Hoy es momento de bronca, mañana habrà que encarar las cosas para lo que viene, y pensar que hay un largo camino a recorrer, difìcil por cierto cuando no se acompaña con resultados pero que necesita de sentar bases para que esos logros lleguen. Difìcilmente se alcancen resultados jugando mal como ocurriò hasta ahora, y en todo caso, es el tècnico el gran responsable de regar màs que nunca a esta semilla, porque la tierra es fèrtil, sin duda, pero si no aparece el agua que la alimente serà bastante problemàtico llegar a ganarse el aplauso de la gente.
Esta hinchada, que tanto apoyò en aquellas cinco fechas en que imperaba la desesperaciòn y que sirvieron para marcar resultados increìbles, ahora empieza a murmurar, no tiene elementos para sentirse esperanzada y terminada mirando el vaso medio vacìo, por màs que el Beto quiera convencer que el vaso... està medio lleno.

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