QUILMES GANO, PERO NO PROMOCIONO

Era demasiado difícil la empresa. Quilmes tenía que ganar, como lo logró por 4 a 3 ante Unión de Santa Fe, pero también debía tener la ayuda que significaban los triunfos de Almirante Brown -empató ante Chacarita y se fue al descenso-, Talleres -ganó y se salvó- y de Defensa y Justicia. Pero el Halcón, que iba ganando su partido cuando perdía Quilmes y que terminó cayendo ante Belgrano cuando el Cervecero ganaba -hay quien llegó a imaginar en su delirio que había cien mil razones para que el verdeamarillo ganara, no sabiendo que Defensa difícilmente posibilitaría la clasificación quilmeña- le hizo caso a sus hinchas, que toman el partido con el QAC como un clásico.
De todas maneras este último partido de la temporada dejó mucha tela para cortar. Por ejemplo, el técnico Pascutti cumplió su labor con mucho rédito positivo, porque el equipo se mantuvo invicto en cinco fechas, con tres victorias y dos empates, encontró un volumen de juego, llegó al gol con la vuelta a romper redes de Diego Ceballos, y permitió avisorar que si se hacen las cosas bien, el QAC podrá ponerse el traje de candidato sin problemas, con esta base y con alguno que otro refuerzo.
Lo que hay que lamentar es que los jugadores hayan dejado pasar el tren del ascenso primero y de la promoción después, que finalmente determinó la salida de los técnicos Alberto Fanesi y Pancho Martínez.
Llegó el Beto Pascutti y le cambió la cara a todos, fundamentalmente, los motivó a tal punto que se llegó a ganarle a los dos promocionados, Belgrano, en Córdoba y Unión en el Centenario.
Sin embargo, el Pirata jugará la Promoción, gracias a un Halcón que no siente mucha simpatía por el QAC, y Unión también, porque pese a perder le alcanzó con la diferencia de gol que supo acumular en su momento.
Quilmes se quedó afuera.... por un punto apenas, y a la hora de buscar razones, habrá que pensar en las inmediatas como los empates en Rafaela y en Quilmes con Godoy Cruz -todavía se lamenta el penal que no dio Federico Beligoy- o en las mediatas, como ese bajón que produjeron los jugadores, que se hizo visible en partidos increíbles como la caida por 4 a 0 con Aldosivi en el Centenario o la propia con Defensa, también verde amarillo, por 1 a 0.
Si Quilmes no logró el objetivo del ascenso directo primero, cuando terminó la primera rueda con excelentes posibilidades, y tampoco alcanzó la posibilidad de la Promoción, con el tremendo bajón de la segunda etapa, que costó dos técnicos, debe buscarse única y exclusivamente en el plantel que no pudo, no supo o no quiso respaldar a estos técnicos que quedaron en el camino.
Cuando llegó Pascutti y hasta se ponía en peligro la permanencia en la categoría, pudo generar la motivación del caso para lograr 11 puntos sobre 15 posibles, es decir casi el 80 por ciento, que dejó al Cervecero en el umbral de una posibilidad.
Habrá que aprender la lección y recordar que los objetivos se consiguen con ensamble de las distintas patas de la mesa, jugadores, directivos, técnicos, hinchas, y cuando eso está quebrado se pierde terreno como ocurrió hasta la llegada del Beto.
Algunos jòvenes hinchas hicieron saber su disconformidad al capitán Marcelo Pontiroli, en el entretiempo, entendiendo que ellos eran los que habían determinado que no se ascendiera o jugara la Promoción. En todo caso, el arquero, como capitán debía ser el que recibiera las bofetadas por el hecho de la representación.
A la hora del balance, quedó como saldo el capital que habrá que aprovechar en la próxima temporada para buscar el mayor dividendo posible, o sea el regreso Primera.

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