DIA DEL PERIODISTA

Aquel 7 de junio de 1810, con los aires de la Revolución de Mayo soplando con toda su fuerza en esa Buenos Aires que comenzaba a liberarse del dominio de España, se publicaba la primera edición de La Gazeta, el diario de Mariano Moreno, que pretendía ser el vocero de la flamante Primera Junta.
En recordación de esa primera publicación patria se instauró el Día del Periodista. En ese primer número de La Gazeta el numen de la Revolución, Mariano Moreno, recordaba una frase del filósofo Tácito. Esas palabras estaban en latín y volcadas al castellano podrían resumirse en la expresión que acompaña la portada de este blog: Raros días de felicidad aquellos en los que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente.
He ahí resumido el espíritu del periodismo, que a casi dos siglos de aquella primera publicación, debe mantener incólume esa premisa.
Es cierto que han cambiado muchas cosas en casi doscientos años. Pero la dignidad, los principios, los valores no deben modificarse. Hoy como ayer el periodista es el intermediario entre la gente y lo que pasa. Por eso, la sagrada misión de decir la verdad... aunque duela.
Es evidente que hoy los medios ocupan un lugar preponderante en el funcionamiento de las sociedades, y que hay intereses por doquier, que llevan a muchos a pensar que hoy no hay libertad de prensa sino libertad de empresa, donde cada empresa pretende imponer sus intereses.
Frente a ello, el periodista, dentro de las restricciones del caso, deberá tener la dignidad y la integridad moral de defender los valores y los principios.
El periodismo hoy padece muchas veces la cooptación, los recortes, las presiones, los aprietes, y frente a ello, debe inflar el pecho y defender la verdad con alma y vida.
Un cordial saludo a todos los colegas desde este humilde blog y el deseo de un periodismo veraz y trasparente, una premisa fundamental para construir una sociedad creíble.

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