QUILMES NECESITABA UNA VICTORIA ASI

Hacìa muchísimo que Quilmes no ganaba, tambièn había pasado bastante tiempo sin anotar en el arco rival. Hoy las dos deudas se pagaron con creces.
El debut del Beto Pascutti como técnico Cervecero, sirvió para que el equipo lograra una importante victoria, con dos goles de cabeza, de Diego Ceballos y de Roberto Tucker, este último debutante desde el inicio, un chico llegado de Olavarría que tuvo su tarde soñada.
Todos parecieron haberse puesto de acuerdo para cambiar la historia, o demostrar al técnico y demostrarse que se podía, ante un rival que llegaba entonado y que tuvo que rendirse ante la superioridad del local.
Quilmes jugó mucho mejor que Chacarita, sobre todo en el primer tiempo, en el que hizo la diferencia y pudo incluso tener un gol más, sobre todo por esa última jugada de esa etapa.
Con la conduccìón de Adrián Giampietri, y la voluntad puesta al máximo por todos los futbolistas dio la impresión que los pocos días de trabajo que pudo mantener el técnico con el plantel facilitaron el cambio. Hubo otra decisión, una actitud diferente, con jugadores que se mostraron, que quisieron jugar y que entregaron hasta la última gota de sudor, a tal punto de terminar extenuados.
En el segundo tiempo las cosas se emparejaron, aunque prácticamente el visitante no inquietó a Pontiroli y de contra, Quilmes pudo haber aumentado las cifras.
Quedó la sensación de una nueva etapa, en todo el sentido de la expresión. Con más tiempo de trabajo con este nuevo cuerpo técnico, las cosas pueden ir mejorando para este Quilmes que con Pascutti pretende llegar lo más arriba posible, para terminar el torneo de la mejor forma.
Por supuesto, el jueves habrá un nuevo desafío, seguramente mucho más difìcil, ya que será en Córdoba ante el aguerrido Belgrano. De todas maneras, se puede tener confianza en los días que vienen. Si los jugadores entienden la motivación del técnico, quien ha dicho que se debía este momento porque siempre quiso dirigir a Quilmes y nunca se le dio desde que dejó jugar -el hincha Cervecero lo recuerda con la casaca quilmeña-, sin duda se podrá cambiar el rostro y serán más los días felices que los otros que se habían venido dando hasta ahora.
Hay una luz de esperanza, por lo menos la alegría con que los hinchas dejaron el Centenario lo muestra, y si bien no es cuestión de subirse al carro del triunfalismo, la realidad permite advertir que puede haber esperanza. Por lo menos, después de tantos infortunios, llegó algo de felicidad... Porque Quilmes necesitaba una victoria así. A tal punto que todos los jugadores celebrando en ronda, aplaudiendo a la gente, la imagen del final, es una postal que se vivió después de muchísimo tiempo.

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