QUILMES, ES BUENO GANAR EN CASA

Quilmes se despidió de la temporada 2007 en su casa con una ajustada victoria sobre Atlético Rafaela, con el gol de cabeza de Diego Ceballos tras el córner ejecutado por Adrián Giampietri.
El Cervecero todavía debe jugar en Santa Fe, el jueves 6 a las 20.35 frente a Unión, pero bien vale la pena hacer un pequeño balance de esta primera etapa en este extensísimo y extenuante torneo.
No olvidemos que desde febrero del año próximo se iniciará la segunda etapa de 19 decisivas fechas, con el premio mayor para los dos primeros, el ascenso, y el consuelo para tercero y cuarto, que jugarán la Promoción con equipos de Primera.
En estas 18 fechas que se jugaron Quilmes se transformó en un rival de fuste para cualquiera que se acercó al Centenario, con 7 victorias, 2 empates y una sola derrota, ante Nueva Chicago por 3 a 1.
Como visitante tuvo tres derrotas -con Ferro, San Martín de Tucumán y Godoy Cruz-, ganó dos partidos -con Independiente Rivadavia en Mendoza y ante Chacarita en Argentinos Juniors- e igualó tres, faltando el encuentro del jueves con Unión.
Los 32 puntos logrados sobre 57 posibles hablan de un rendimiento del orden del 60 por ciento, bastante aceptable en un certamen tan duro y complicado.
Una de las características del torneo es el tema de ser local, porque la mayoría de los equipos han sumado en su casa y resignado puntos afuera. Por eso los triunfos de visitante se valoran mucho más.
En lo que falta, el año próximo, Quilmes tendrá 10 fechas afuera y 9 en el Centenario, por ejemplo con tres visitas a Córdoba, para enfrentar a Instituto, Talleres y Belgrano. A los tres les ganó en casa.
Recibirá a los que hoy animan el certamen en los primeros puestos, como San Martín de Tucumán, Godoy Cruz y Chacarita.
Las cosas están dadas para que después de esta aceptable primera rueda, se pueda emprender una segunda con una producción superior.
El hincha Cervecero se ha vuelto muy exigente, e incluso cuando se gana se suele ser crítico con el equipo cuando no juega del todo bien. Pasó con Rafaela, y eso es bueno por un lado, porque ser exigente es una forma de motivar, pero también puede ser perjudicial, ya que como dice el técnico Fanesi en casa hay que hacer sentir el aliento.
El hincha no debe olvidar que pasó un torneo de primera división, el último, tanto Apertura como Clausura, malísimo por donde se lo mire. Sobre 38 fechas las victorias fueron muy escasas, apenas tres, por lo que el simpatizante se había acostumbrado a perder, léase resignación.
Ahora que se ganaron 9 partidos sobre 18, justamente la mitad, habría que sentir satisfacción y ser crítico, por aquello de la exigencia, pero sin dejar de tener en cuenta lo que significa este torneo.
La segunda etapa será más dura aún. Habrá que sumar coraje y cohesión para afrontarla. Y para ello tienen que estar juntas todas las patas de la mesa, jugadores, cuerpo técnico, hinchas, directivos. Esa es la mejor fórmula, y con alguno que otro refuerzo, será el momento de echar toda la carne al asador para festejar en junio.
Un párrafo aparte para el Máquina Adrián Giampietri. Fue la gran novedad de esta temporada, porque su regreso generó dudas y divisiones. Recién ahora el técnico se atreve a ponerlo de entrada, y si bien no es el Máquina ideal, hay destellos de ese gran jugador, capaces provocar desequilibrios en el juego.
Su vuelta es una buena noticia, ojalá lo entienda porque ahora el técnico se decidió a ponerlo de entrada, como era su gran deseo. En la medida en que se ponga a punto, para eso será fundamental la pretemporada, Quilmes puede recuperar a un gran jugador, lo que en definitiva favorece a todos.
De todas maneras, como empezó en el Centenario -victoria sobre la CAI- el cierre en casa también fue triunfo. Siempre es bueno ganar en casa, vale esperar que se repita el año próximo, sumando por supuesto afuera, el gran déficit a superar.

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