El Museo Libres del Sud de la ciudad de Dolores, perteneciente al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, reabrió sus puertas tras ser sometido a una completa refacción de su estructura edilicia, que incluyó una restauración de sus colecciones.
El Museo está en Juan Bautista Selva 390, Dolores, y al acto de reapertura asistió el director Provincial de Patrimonio Cultural, profesor Juan Ganduglia, quien resaltó que el Museo está en excelentes condiciones de prestar servicios a la comunidad.
Se restauró la estructura edilicia, con la refacción total de la casona, las vitrinas y los objetos históricos que se exhiben. Estos objetos fueron montados nuevamente para facilitar el acceso del público a las coleccioens.
El Museo ocupa un predio parquizado de siete hectáreas, posee un sector evocativo, donde se recrea la evolución histórico cultural de la ciudad de Dolores. Tambien, una sala de ciencias naturales, dedicada a la fauna pampeana. El Museo es famoso por sus salas de carruajes, donde se exhiben, entre otros Galera de Dávila, único transporte que unió durante años Dolores con la Costa Atlánica. Finalmente, el sector agropecuario guarda elementos de labanza antiguos.
El Museo está en Juan Bautista Selva 390, Dolores, y al acto de reapertura asistió el director Provincial de Patrimonio Cultural, profesor Juan Ganduglia, quien resaltó que el Museo está en excelentes condiciones de prestar servicios a la comunidad.
Se restauró la estructura edilicia, con la refacción total de la casona, las vitrinas y los objetos históricos que se exhiben. Estos objetos fueron montados nuevamente para facilitar el acceso del público a las coleccioens.
El Museo ocupa un predio parquizado de siete hectáreas, posee un sector evocativo, donde se recrea la evolución histórico cultural de la ciudad de Dolores. Tambien, una sala de ciencias naturales, dedicada a la fauna pampeana. El Museo es famoso por sus salas de carruajes, donde se exhiben, entre otros Galera de Dávila, único transporte que unió durante años Dolores con la Costa Atlánica. Finalmente, el sector agropecuario guarda elementos de labanza antiguos.
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